En la vida, hay pocas cosas que salgan a la primera, que salgan como a uno le gustaría de verdad. A todos nos pasa esto, sabemos muy bien que sin esfuerzo y sin lucha las recompensas no nos van a llegar nunca. Esto es algo que saben muy bien los deportistas y, sobre todo, los pilotos. En el motociclismo es muy difícil conseguir el éxito, demasiado. Todo debe ir perfecto, todo y todos deben estar al cien por cien. No sólo cuenta tener una moto rápida y competitiva, que que es un aspecto muy importante, sí, pero hay más cosas. 

Las motos no es sólo lo que vemos en la tele, hay muchas más cosas detrás de las cámaras, y los pilotos, mientras soportan esa presión mediática, deben estar bien físicamente, tener buenas sensaciones con su moto, tener la cabeza fría y básicamente, que su entorno sea perfecto, entre otras cosas sobre las cuales podríamos llenar horas de lectura y de conversación.

Alex Márquez conoce muy bien esta relación comentada entre el esfuerzo y la recompensa que obtienes. El español como sabemos es campeón del mundo de Moto3, y además, hermano de Marc Márquez, lo que hace que las exigencias que muchos le marcan sean desproporcionadas, exigencias de gente que parece que no sepa que cada piloto es un mundo diferente, con una mentalidad, estilo y pilotaje que les diferencian y les hacen especiales y únicos respecto al resto.

Tras el título de la clase pequeña, Alex subió a Moto2 en 2015, la que fue su temporada de adaptación a la categoría, en la cual consiguió dos cuartos puestos consecutivos en la República Checa y Gran Bretaña, quedándose así a las puertas de un ansiado podio.

Foto: MarcVDS Racing
Foto: MarcVDS Racing

Al llegar a la presente temporada con el Marc VDS Racing, había muchas esperanzas puestas en el piloto de Cervera, pero la mala suerte ha ido cebándose con él carrera tras carrera. Hasta 5 han sido las caídas que ha tenido en carrera esta presente temporada, concretamente en Qatar, Argentina, Jerez, Le Mans y Barcelona.

Pero tras este pasado fin de semana, Alex se ha levantado, como hace tras cada caída, siguió luchando y la recompensa la obtuvo en el gran premio de Holanda, en el que consiguió alcanzar la octava posición, un resultado que seguro le sirve para coger más confianza y fuerza para las siguientes pruebas. Así, se llega al gran premio de Alemania, que se correrá en poco más de dos semanas, una carrera en la que Alex seguro ya está centrado y con el objetivo de hacer una buena actuación. En la vida, de cada caída hay que levantarse, y Alex por supuesto que lo hace y lo seguirá haciendo. No sólo de las victorias, sino también de las heridas, se forja un campeón.

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Sobre el autor
Nacho Martín-Loeches
apasionado de los deportes. Actualmente colaborando en el programa Luz de Cruce en TV Mediterráneo y Cope Valencia en la parte de MotoGP.