10 de noviembre del 2013. Valencia. Circuito Ricardo Tormo. Tres pilotos: Maverick Viñales, Luis Salom y Álex Rins. Un objetivo: el campeonato del mundo de Moto3. Quien ganara obtendría la gloria. Rápidamente, el malogrado Luis Salom se caía de la lucha a la vez que besaba el asfalto de la curva 5 del trazado valenciano. Última curva. Los dos contendientes en pie, Rins y Viñales se jugaban el campeonato. Rins se iría largo y Maverick tocaría el cielo. 

Esa carrera marcó un antes y un después en Álex Rins. Ver el campeonato tan cerca y ver cómo se escapa no es una sensación fácil de asimilar. Pero Rins se sobrepuso, aunque ya no volvería a luchar por el campeonato en ninguna ocasión. La mala suerte en 2014, unida a la inexperiencia en su primer año en Moto2 en 2015, le alejaron de esa posibilidad. Esta tendencia se está invirtiendo. En su segundo año en la categoría Álex Rins está en la pelea. Su principal rival: el campeón en título, Johann Zarco. La diferencia entre ellos es de 25 puntos. Un gran premio les separa. Una caída a falta de tres vueltas en la dificilísima carrera del pasado domingo en Sachsenring le complica las opciones, pero Rins no es de esos que se rinde tan fácilmente. 

Ya desde sus primeras carreras mundialistas quedó clara una cosa: Rins no es un cualquiera. Su trayectoria en el campeonato sería larga y exitosa. No todos los pilotos pueden decir que lograron llegar al podio en su cuarta carrera mundialista. Rins lo hizo en una complicadísima carrera en Le Mans, golpeada por una intensa lluvia. Carreras antes, en Jerez, logró llevar su Suter-Honda a la posición más privilegiada de la parrilla. No fue casualidad. El talento estaba ahí.

Rins durante su andadura en Moto3 | Foto: www.estrellagalicia00.es

Con el paso de los años Rins no ha hecho más que confirmar lo que se esperaba de él. Llegar a la categoría intermedia y lograr un más que meritorio subcampeonato, dejando atrás al campeón Tito Rabat, no está al alcance de muchos. Superó su temporada de adaptación con matrícula de honor. Solo algunos errores de novato le alejaron de la lucha por un campeonato que ganó Johann Zarco con autoridad. 

El asalto al título

El periodo de adaptación terminó. 2015 ya era historia. Llegó la hora de demostrar que la lucha por el campeonato no era una utopía. Durante las primeras carrerasmRins mostró solidez. Zarco, debilidad. Los semáforos en Catar, la lluvia en Termas de Río Hondo y el frío en Austin dejaron a Rins como líder en el campeonato. Solo Lowes y Luthi parecían capacitados para seguir su estela. Zarco, mientras, sufría con la Kalex 2016. Tocó fondo en su carrera de casa, en Le Mans, donde el campeón se fue al suelo y vio cómo Rins volvía a ganar. La diferencia era cada vez mayor, pero a un campeón nunca se le puede dar por muerto

Dicho y hecho. Lo que unas pocas carreras atrás parecía bien encaminado hoy se ve un poco más complicado. La reacción de Zarco ha sido implacable: ha sumado 95 de los últimos 100 puntos. Por contra, Rins se ha visto golpeado por los rumores en el Paddock en relación a su futuro. El del Páginas Amarillas HP 40, con sus actuaciones, se ganó muchas novias entre los equipos de la categoría reina. Mientras, en la pista, Rins parecía estar ausente, superado por la rumorología. Sus actuaciones ya no eran tan brillantes como en el tramo inicial. Hasta que no se aseguró su futuro, que pasará por Suzuki en 2017, Rins no despertó. 

El principal problema que se encuentra el catalán ahora es que su máximo rival está en estado de gloria. Será una tarea de lo más complicada llegar al título. Ha llegado el momento de sacar la raza, el ansia de victorias que siempre le ha caracterizado para alcanzar a Zarco y redimirse de aquella carrera en 2013 en Valencia para poder tocar el cielo. Es la hora para Álex Rins. Hace años que no tiene el título tan a mano. Quién sabe cuánto tiempo pasará hasta que tenga otra oportunidad así. No ganar no sería un fracaso, pero subir a la categoría reina sin ser campeón no es lo ideal para Rins y seguro que él es consciente de ello. La pelea está servida. Nueve carreras por delante, 225 puntos. Les separan 25 puntos. El próximo asalto de esta batalla será en Austria, en el novedoso Red Bull Ring, el 14 de agosto.