Desde que hiciera la pole en la carrera inaugural del campeonato, en el Gran Premio de Qatar, Álex Rins no sabía lo que era salir en primera fila de parrilla de cara a la carrera del domingo. El piloto barcelonés no ha podido escoger mejor escenario para hacerlo, el GP  de casa, en Jerez.

Tanto Rins como su Honda han sintonizado de una manera digamos correcta durante todo el fin de semana, ya que como señala el propio Rins, todavía queda mucho trabajo de entendimiento con su montura. “Hemos trabajado mucho con el equipo e introducido pequeños cambios, y gracias a ellos estamos aquí”, decía.

Resulta cuanto menos curioso ver al mismo piloto que el año pasado estuvo a punto de proclamarse campeón del Mundo de Moto3, sorprenderse por conseguir una primera fila. “La verdad es que no esperaba clasificar en primera línea, ya que aunque estamos mejor que en Argentina, también el inicio del fin de semana ha sido difícil”, comentaba un Rins que aspira a llevarse su primera victoria de la temporada, algo que tanto él como la afición ya empiezan a echar en falta, pero siempre en el buen sentido de la palabra.

En cuanto al ritmo de carrera, Rins declaró que Jack Miller vuelve a ser el hombre a batir de cara a mañana. “Creo que Miller es un poco más rápido que nosotros, por lo que mañana habrá que hacer una buena salida y tratar de pegarnos a él en las primeras vueltas”, opinaba.

Álex Rins ha experimentado carreras de todo tipo en este inicio de temporada, de las cuáles ha ido aprendiendo cosas que a lo mejor el año pasado no tuvo que aprender por el incontestable dominio de KTM sobre el resto de marcas. Lógicamente el peso de ser el favorito para muchos tiene que ser una carga difícil de llevar, y a base de trabajo y constancia, una filosofía que tiene más que aprendida, tratará mañana de blindar a la parroquia española con la primera victoria del día en Jerez