No son pocos los deportistas que, en sus distintas especialidades, huyen del papel del principal favorito. No es nada fácil llevar la presión de ser el hombre a batir, el hombre en el que estén puestas todas las miradas, del que no se permita ni un solo error. Y el motociclismo no es ninguna excepción, y Álex Rins está padeciendo este síntoma.

Ya le pasó hace dos años a un tal Maverick Viñales, tan alabado y pretendido en estos tiempos, que para muchos había ganado el título de Moto3 antes de que empezara la primera carrera. Entre una dosis de mala suerte, una moto que no terminaba de ir bien y el exceso de confianza del propio Maverick acabaron por arruinarle, si bien 'arregló' el problema ganando en 2013, sin hacer tanto ruido.

Con un parecido sorprendente, Rins iniciaba la temporada 2014 con la vitola de 'gran favorito', tras el ascenso de Viñales y Salom a Moto2 este año. Únicamente se vislumbraba la posibilidad de que su compañero de equipo y de generación, Álex Márquez, le plantease batalla.

Rins había llevado una ascensión meteórica desde su llegada al Mundial. Tras quedarse a las puertas en 2010, el barcelonés logró ganar el Campeonato de España de 125cc en 2011, tras una dura batalla con Márquez, en una recordada última carrera en Jerez bajo un aguacero infernal. Eso le llevó al Mundial de la mano del equipo de Emilio Alzamora, el mismo que había coronado a un tal Marc Márquez un par de años atrás.

2012 de aprendizaje, 2013 de confirmación

Ya en su estreno mundialista dejó muestras de su clase. En su segunda carrera logró la 'pole' en Jerez y fue cuarto en la carrera andaluza. Apenas dos pruebas después, llegó su primer podio, en Le Mans. Tras el año de aprendizaje, 2013 fue el año de su confirmación. Partía como 'tercer espada' tras Viñales y Salom, y estuvo a punto de llevarse el título. Las victorias en Austin, Sachsenring, Indianápolis, Misano, Aragón y Phillip Island le hicieron llegar al final con muchas opciones. Sin embargo, una caída en Japón y la derrota ante Viñales en la 'final' de Valencia le hicieron hincar la rodilla en la carrera por el campeonato.

Para 2014, su equipo, el Estrella Galicia 0.0, decidió cambiar las consolidadas KTM por el nuevo proyecto Honda. Sin duda, una decisión muy arriesgada puesto que la marca austriaca había ganado las 17 carreras de 2013 y partía con una clara ventaja sobre su rival japonés. En los primeros tests de pretemporada, tanto Rins como Márquez estaban muy lejos de los cronos de las KTM de Miller o Antonelli. Además, el propio Rins sufrió una lesión que le hizo perder los tests en Jerez, lo que complicaba aun más el comienzo de su temporada.

Estreno complicado de Mundial

Con algunos apuros, Honda HRC presentó una moto que estaba mucho más cerca de KTM de lo que todos esperaban. De hecho, Rins logró la primera 'pole' del año, por delante de Márquez. Sin embargo, el catalán no sabía que ese domingo, en la noche qatarí, iba a comenzar su calvario particular. En la carrera inaugural, Rins sufrió problemas en los frenos que le impidieron pelear con Miller y Márquez y le llevaron a la quinta plaza. Había salvado algunos puntos de su primera dosis de mala suerte, que no iba a ser la última.

En Austin, escenario de su primera victoria mundialista, estaban puestas las esperanzas de Rins de remontar el vuelo. Sin embargo, Miller estuvo imparable durante todo el fin de semana, y Rins no estuvo cómodo con la puesta a punto de su Honda. Salvó un cuarto puesto, gracias a la caída de Márquez en la última vuelta, pero estuvo falto de ritmo y sin su 'chispa' habitual. Empezaba la preocupación.

Argentina. Circuito nuevo para todos. Y de nuevo, problemas de adaptación y de puesta a punto para Rins. Sin ritmo durante todo el fin de semana, puso todo en la carrera del domingo pero se descolgó del grupo cabecero en la última parte de la carrera y apenas fue quinto. Tras las tres primeras carreras, el favorito al título estaba a 31 puntos del sólido líder que era Miller.

Cerca del triunfo en Jerez, Le Mans y Mugello

Con la llegada del Mundial a Europa, llegó la pequeña mejora de rendimiento de Rins. En Jerez, fue muy competitivo durante todo el fin de semana y peleó por la victoria el domingo. Pero no pudo con el empuje de Fenati y finalmente tuvo que ser tercero, su primer podio de la temporada y que debía de suponer el punto de inflexión.

También rozó la victoria en Le Mans. En una carrera en grupo, típica de la cilindrada pequeña, intentó aprovecharse de las disputas entre Miller y Efrén para llevarse el gato al agua, pero no pudo finalmente con el australiano, a pesar de intentar un adelantamiento complicado en la última curva. Rins fue segundo, y seguía mejorando sus sensaciones.

En Mugello, Rins completó su mejor fin de semana. Asistimos, posiblemente, a la versión más cercana del Rins de 2013. Logró una 'pole' espectacular, dominando a la jauría de KTM que le acechaban. En carrera, tuvo todas las de ganar durante la prueba, pero la larga recta del trazado italiano le jugó una mala pasada y Fenati le pasó por rebufo al final. Sin embargo, la caída de Miller le hacía seguir creyendo en el campeonato.

Cataluña era el lugar. Cataluña era la carrera en la que Rins y Honda debían cortar la racha de KTM y desafiar al binomio Miller-Fenati. Los dos Álex dominaron el fin de semana, pero una fuerte caída de Rins en la 'qualy' le dejó una lesión con tres microfisuras en dedos del pie izquierdo. Intentó la machada y disputó la carrera, pero una avería mecánica le dejó fuera. Otra dosis de mala suerte para el gran favorito.

Aun sin estar al 100%, Rins afrontó un fin de semana complicado en Assen. Las caídas de Miller y Fenati le dieron alas en el campeonato y, pese a que intentó pelear la victoria con Márquez, se tuvo que conformar con un segundo puesto que sabía a gloria. Volvía a meterse en la pelea por el título.

Y en la última carrera, un poco de todo, el resumen de la temporada de Rins. Estuvo algo desaparecido durante el fin de semana, sin ser ese piloto que el año pasada dominaba la mayoría de entrenamientos. Pero en carrera, en el día que quería darlo todo, Eric Granado le arrolló en la primera vuelta y provocó su segundo abandono en tres carreras. Una losa de la que deberá levantarse. Más de 30 puntos de desventaja con el gran rival, Jack Miller.

Rins está aun a tiempo de lograr su sueño. Está siendo un Mundial muy disputado, con hasta cinco pilotos peleando por la corona y numerosos errores de todos ellos. El de Honda necesita ser regular y recuperar la chispa del año pasado, volver a ser ese 'killer' de últimas vueltas que derrotaba muchas veces a los más experimentados Viñales y Salom.

¿Es mala suerte o es cierto que no es del año pasado? Es un poco de todo. Es cierto que sus abandonos son en circunstancias ajenas a Rins (una avería y una caída forzada por otro piloto), además del problema en los frenos en Qatar y las dos lesiones, en pretemporada y en Montmeló. Pero también hay que reconocer que su rendimiento ha bajado. Puede ser que no se haya adaptado a la perfección a la Honda (Márquez está logrando mejores resultados), puede que las ofertas de Moto2 le hayan descentrado.

El verano puede y debe ser el punto de inflexión de Álex. Tiene que desconectar y empezar de cero desde Indianápolis. Tiene un gran talento y puede ser campeón. Sólo necesita recuperar la cofianza del año pasado y estrenar su casillero de victorias. Cuando lo haga, los resultados se volverán más consistentes y podrá dar caza a un Miller que ha mostrado poderío pero también irregularidad, y no es invencible.

Fotos: soymotero.net y Box Repsol.