El mundial de motociclismo continúa con su famosa "gira asiática" que aterriza este fin de semana en Australia con los campeonatos al rojo vivo y especialmente, el de Moto3. El segundo clasificado y hasta hace unas semana líder contundente de la categoría Jack Miller llega a su tierra con más ganas de lucha que nunca. El aliento de sus fans y familiares le servirá como motivación para lo que se presenta como un fin de semana decisivo.

Seis años hace desde su primera carrera como mundialista en casa pero este año Philip Island puede ser un recuerdo imborrable en su mente y el piloto, muy consciente, apunta: "La forma en que el campeonato va, no puedo estar más feliz de venir a Australia ahora, ya que es el circuito de casa." El australiano apunta que no significa para él una presión sino que se siente mucho más cómodo al competir delante de su afición.

"No puedo esperar para ver a mis fans"

Miller tiene claro que tanto el tiempo como el frío se instalarán como dos factores determinantes este fin de semana y que pueden condicionar los resultados. Volviendo al pasado año logró ser quinto tras salir décimo, logrando su mejor resultado en tierras australianas. El piloto afronta con ganas el fin de semana: "Vamos a tener un fin de semana muy ocupado, pero no puedo esperar para ver a mis fans y mis amigos. Tenemos un objetivo claro, que es ganar y reducir la brecha de puntos."

Los buenos resultados no le han hecho brillar en las anteriores ocasiones pero este año todo es diferente así que dispuesto a trabajar al máximo desde los primeros momentos apunta: "Phillip Island es un circuito difícil donde he obtenido resultados bastante irregulares. Ya veremos cómo va, pero no puedo esperar para empezar a trabajar y tener un buen fin de semana ".