Miguel Oliveira arrancó una de las temporadas más importantes de su carrera deportiva con una caída en la primera carrera, celebrada en el Circuito de Losail. Es cierto que por culpa de Pecco Bagnaia, que le tiró literalmente contra el asfalto. Un mal inicio asociado a un episodio de mala suerte, pero que dos semanas después en Austin volvió a producirse, esta vez por un error suyo.

La realidad con la que se llega a la tercera cita del año es que Oliveira tiene que espabilar, porque sus dos ceros ofrecen un panorama muy poco halagüeño, y por eso tiene que cambiar el chip rápidamente: "Después de la decepción de Austin, tenemos que ser capaces de conseguir un buen resultado, porque necesitamos conseguir puntos para seguir en la lucha".

Esa lucha de la que habla el piloto portugués se encuentra ahora mismo a 41 puntos, los que tiene en su poder el líder del Mundial Danny Kent. Oliveira es uno de los favoritos este año, y no puede permitirse más errores. Hay que decir en su defensa, que la KTM de este año no va todo lo bien que debería: "No tenemos que pensar en los resultados, sino en mejorar mis sensaciones con la puesta a punto de la moto".

Esto es el Mundial de MotoGP y no hay tiempo para las lamentaciones. Eso es lo que debe pensar Oliveira, que ya está pensando en la carrera de Argentina como si no hubiese sucedido nada en las dos anteriores. Esa debe ser la actitud: "Tengo la mente puesta en Argentina. Vamos a Termas de Río Hondo motivados y lo de Austin está completamente olvidado".