16 de agosto del año 2015. Lugar: Brno, Republica Checa. A simple vista puede parecer una fecha y una localización concreta. Sin embargo, para Niccolò Antonelli significa mucho más. Este joven piloto italiano debutó en el mundial de motociclismo en la temporada 2012 con el Gresini Racing tras una larga y victoriosa trayectoria en campeonatos menores. 

Desde su debut oficial en el mundo de la competición en el año 2004, Antonelli ha obtenido unos impresionantes resultados que no dejan a nadie indiferente. Sus hazañas parten desde haberse proclamado campeón de campeonatos regionales, italianos y europeos de mini motos, hasta lograr coronarse como campeón Italiano de la categoría de 125 y tercero clasificado en el campeonato Europeo de 125, ambos en el año 2011. También fue el mejor debutante en varias ocasiones y diferentes campeonatos.

Toda su carrera deportiva ha estado repleta de triunfos y campeonatos conseguidos. Sin embargo, al subir a la categoría pequeña del mundial, la suerte se esfumó. La primera temporada, en el año 2012, no fue mal del todo: terminó el año como octavo clasificado en la tabla general. En cambio, las dos temporadas siguientes se caracterizaron por la mala suerte que sufrió el piloto: problemas mecánicos con la moto, una gran numero de caídas en carrera…

Estos factores le llevaron a completar unas temporadas bastante catastróficas que, visto lo que había sido capaz de hacer anteriormente, sorprendía bastante a la gente que conocía el potencial del piloto. Sin embargo, a mediados de la temporada 2014 las sensaciones empezaron a cambiar.

Antonelli, que había realizado unos espectaculares test de pretemporada, se presentaba como un potente rival a tener en cuenta de cara a las victorias por las carrera y, porque no, del campeonato. La temporada no empezó para el con buen pie, pero a medida que iban pasando las pruebas, el piloto se sentía más cómodo sobre la moto y cada vez se le veía luchando por posiciones más adelantadas.

La sorpresa llegó en el último gran premio de la temporada pasada en Cheste, donde logró una disputada e importante pole ya que tres pilotos se jugaban allí el campeonato de Moto3. Aun así fue él quien consiguió rodar más rápido adjudicándose la primera pole de la temporada y de su carrera.

Esa pole fue el comienzo de todo lo que estaría por venir y, con su salida del Gresini Racing ya anunciada, fichó por el Ongetta Rivacold Racing Team donde conduciría una honda. Un humilde equipo que había conseguido un podio y una sorprendente victoria aquel año de mano de Alexis Masbou.

La temporada 2015 empezó con un brillante tercer puesto de clasificación para la parrilla. Lamentablemente, en la carrera no pudo ultimar la posición y finalizó en el puesto número ocho. Esta ha sido, sin ninguna duda, la temporada más importante de su carrera pues en ella se ha podido ver un cambio significativo en el piloto.

Ya no hemos vuelto a ver a ese Antonelli que se quedaba atrás sin arriesgarse a meterse en peligrosas luchas. Ahora busca el hueco y aprovecha la menor oportunidad para adelantar y avanzar la mayor cantidad de posiciones posibles. Ha desarrollado un estilo más agresivo sobre la moto pero sin perder la elegancia característica de su pilotaje.

Tal vez para huir de la mala suerte que le ha estado persiguiendo año tras año, para dejarla atrás y ocupar su lugar en lo más alto del motociclismo mundial. Pero aún rodando rápido, la mala suerte era más veloz que él. Y aunque le hemos visto protagonizar carreras impresionantes, la recompensa no llegaba. La recompensa tardaba mucho en llegar.

Pero el día había llegado. El día en que por fin lograría su sueño y nadie, ni mucho menos la mala suerte, se iba a interponer entre él y la ansiada victoria. El Gran Premio de Brno trajo consigo la segunda pole para Antonelli y, desde esa posición privilegiada, ofreció un espectáculo encima de la moto que no pudo terminar de mejor manera: la victoria por fin había llegado

Niccolò Antonelli conseguía el pasado fin de semana el primer podio de su carrera deportiva y no de cualquier manera, sino ocupando la primera posición. Antes de la carrera se anunció también la renovación del piloto con el Ongetta Rivacold Racing Team para una temporada más. Esta victoria habrá supuesto un gran empujón tanto para el piloto como para el equipo y, sin ninguna duda, a partir de ahora les veremos luchando por la victoria de manera más regular.

El 16 de agosto se hizo justicia para un piloto brillante y trabajador que se merecía más que nadie alcanzar la gloria. El joven italiano ya ha demostrado al mundo de lo que es capaz y nadie puede poner en duda el gran futuro que le espera. Su gran pilotaje y su hallado coraje sin duda le ayudarán a ello.