Con el viento soplando en contra, Enea Bastianini sigue en pie. Es realista, pero las ganas siguen alimentando ese espíritu bestia. El título ya está casi en las manos de Danny Kent, pero él se mantiene en sus trece y quiere continuar la acción del campeonato un poco más. Frente a lo inevitable, el italiano se muestra estimulado, unas ganas que se reflejan en su motivación por encarar el Gran Premio de Australia

La adversidad no viene sólo por las circunstancias dadas, sino por el escenario en el que éstas se plantean. La pista australiana es muy exigente y obliga al piloto a dar lo mejor de sí: "Phillip Island es una pista difícil en la que es crucial encontrar la mejor puesta a punto para ser rápido. El año pasado tuve buenas sensaciones con la moto, aunque por desgracia tuve un problema técnico en la carrera que me obligó a retirarme". 

Además, la de Kent no será la única carta que deberá barajar Bastianini. En Motegi Miguel Oliveira bailó el agua para firmar un segundo puesto que hace peligrar incluso la condición de subcampeón del italiano: "En Motegi nos defendimos bien en mojado, pero Oliveira está ahora más cerca en la clasificación, por lo que nuestro objetivo principal es recuperar algunos puntos". 

Como la 'Bestia' de Gresini no se achanta se atreve incluso a luchar contra el destino de Kent planeando en su cabeza retrasar el título: "Vamos a tratar de mantener viva la lucha por el título con Kent, aunque no será fácil. Vamos a atacar, esperando condiciones en seco, que es donde me siento más a gusto" . Es una tarea osada, pero la posibilidad aún está ahí. Si Bastianini consigue la victoria el británico no podrá coronarse campeón en Australia. Su objetivo es alcanzarla.