A la quinta fue la vencida para Danny Kent. El piloto británico lleva a Reino Unido una nueva corona del mundial de motociclismo 38 años después de la última lograda por Barry Sheene. Kent ha logrado hacer su sueño en realidad tras un final de temporada apoteósico con invitados sorpresas de por medio.

El piloto de Leopard Racing ha podido solucionar los problemas que tuvo el sábado con la configuración de la caja de cambios, que el dio más de un quebradero de cabeza. Por otro lado, el británico ha conseguido cumplir su objetivo de no perder los nervios y hacer la carrera con cabeza y calma.

Sobre los últimos compases de la cita valenciana donde ha tenido una gran batalla con su compañero de equipo, Hiroki Ono, considera que eso es lo de menos y que se centraba en su carrera manteniendo la distancia con los pilotos de detrás, ya que su objetivo era terminar entre los catorce primeros y la caída de Efrén Vázquez, Niccolò Antonelli y Romano Fenati en la última curva, le ha hecho ganar tres posiciones, finalizando en novena plaza: ''No ha habido ningún problema con Ono. Lo más importante era que yo iba controlando la distancia con los de detrás ya que necesitaba terminar entre los catorce primeros. No me preocupaba mucho que Hiroki estuviese allí''.

El compañero de equipo de Efrén Vázquez, agradece a la familia y afición todo el apoyo recibido y por mantener la calma en estas últimas carreras, donde tenía todo de cara para lograr el título de la categoría pequeña tras dominarla de principio a fin: ''Es una liberación absoluta ya que en las últimas cuatro carreras las encarábamos sabiendo que podíamos ser campeones y no lo conseguíamos. Al fin lo hemos conseguido. Mil gracias a mi familia y a mi equipo, así como a los patrocinadores y mis seguidores''.