Del caos hizo su triunfo Livio Loi. La locura se adueñó de Moto3, más de lo que acostumbra. Y así se libró una carrera desorbitada, un auténtico disparate. Se la llevó el belga porque fue el que más se la jugó, si bien no tenía mucho que perder, arriesgó y ganó. 

Todo empezó bajo la lluvia. Había llovido ese día, encontrándose la pista mojada, y la mayoría de parrilla optó por neumáticos de mojado o mixtos. Parecía la acción más lógica pese a que ya no caía ni una gota. Y entonces, se hizo el delirio. Loi siguió el consejo de rodar a contracorriente, eligiendo así gomas de seco. John McPhee le copió la estrategia, una que a la larga se iba demostrar que era acertada. 

Foto: RW Racing GP
Foto: RW Racing GP

Salía desde la pole Danny Kent pero no fue capaz de aguantar. Rápidamente le adelantaron varios pilotos, destacando Miguel Oliveira. Reaccionó pronto el portugués, pues esa primera vuelta ya le valió para entrar a boxes y cambiar a seco. Pagó el precio de perder unos segundos para luego tirar más al final. Al contrario que el británico, que fue de los que más tardaron en cambiar.

Se vio bien quién se equivocó y quién no. Loi en el segundo giro ya era séptimo, posición que iba escalando mientras el resto de pilotos realizaba el cambio que él había ejecutado primero. Superó así a Alexis Masbou, que había relevado el liderato de la prueba en la parada a boxes de los favoritos, sintiendo ya por primera vez el peso de la victoria

Foto: RW Racing GP
Foto: RW Racing GP

Y sí que pesó. Parecía que el belga lo tenía todo hecho, pues poseía a su favor una renta de hasta veinte segundos de ventaja sobre McPhee que rodaba segundo, pero en la resolución de la carrera, por si no había sido suficiente atípica, comenzó a llover de nuevo. El cielo de nuevo puso la emoción. Loi, que no quería renunciar a la victoria, resistió por afán al sueño. Y aguantó

Otros no tuvieron la misma suerte, si bien ellos mismos se la buscaron. El que más se acordó fue Kent, acabando el líder vigésimo primero a pesar de marcar vuelta rápida tras otra. Intento frustrado, pues de nada le sirvió para remontar salvo para su honor. Así se resolvió la carrera en la pequeña cilindrada, un mundo al revés donde se rompió la racha española en Indianápolis: la primera vez que un piloto español no ganaba en ese circuito desde el estreno de la categoría. Ver para creer. Como el podio que acabó con ella. Acompañando a Livio Loi estuvieron John McPhee y Phillip Oettl. El resumen de una carrera, tan contradictoria, que pasará a la historia. 

VAVEL Logo
Sobre el autor
Esperanza Murcia
Amante del Motociclismo. Contándote el arte de las dos ruedas en Vavel.