Tras la carrera de Silverstone, a falta de seis citas para el final de la temporada, Danny Kent tenía una ventaja de casi tres carreras de distancia con Bastianini y más de cuatro con Oliveira. Sólo un naufragio histórico le podía quitar la opción de completar su sueño y ganar el título. Un naufragio que, a punto de culminarse en Valencia, comenzó a fraguarse en Pillip Island.

Tras desperdiciar el primer -aunque complicado- 'match-point' en Motegi, Kent tenía la opción de ser campeón en Australia. El sábado hizo la 'pole', aunque una sanción posterior le obligó a salir desde la tercera fila. Ningún problema para él, pues tenía un ritmo muy superior al de sus rivales. Pero el día de la verdad, el domingo de carreras, todo iba a salirle mal al líder del Leopard Racing.

Pese al espectacular ritmo que había mostrado en entrenamientos, la presión agarrotó a Kent y un cúmulo de mala suerte trastocó todos sus planes de celebración. En las primeras vueltas, al esquivar a un Bagnaia que se iba al suelo, tuvo que salirse de la pista y ceder muchas posiciones. Dada su velocidad, comenzó una remontada heroica que le iba a llevar de nuevo al grupo de cabeza, pero un desafortunado Antonelli, a falta de diez giros para la conclusión, se lo llevó por delante, incluyendo también en la operación a Bastianini, que perdía cualquier opción de campeonato.

Todo quedaba en manos de Oliveira, el otro aspirante, más remoto, de arrebatarle la corona al británico. Si no subía al podio, Kent era automáticamente campeón. Pero el portugués, en el mejor momento de su carrera deportiva, no falló. Dio continuidad a su increíble racha de resultados positivos con otro triunfo que le hacía coger fuerza en la lucha por la corona de Moto3 contra el que sería su compañero de equipo en Moto2 en 2016.

Para ello, tuvo que batir a una serie de pilotos que pretendían coronarse con una victoria antes de cerrar el año. Efrén Vázquez y Brad Binder tuvieron cerca la que hubiese sido la primera victoria del curso pero tuvieron que sucumbnir a una última vuelta en la que Oliveira dio un recital de motociclismo defensivo. El vasco y el sudafricano completaron un podio en el que no pudieron estar, aunque lucharon por ello, Jorge Navarro y Jakub Kornfeil, respectivamente.

40 puntos separaban a Kent y Oliveira tras la batalla de Phillip Island. Parecía que el británico tenía controlado el último paso hacia el campeonato, pero todo iba a complicarse aún más en Malasdia y Valencia. Cerrar siempre es lo más difícil.