Hay pilotos que, por méritos propios u opiniones equivocadas, parecen predestinados al éxito. A marcar una época, incluso. Probablemente esta fuese, y sigue siendo, el caso del italiano Romano Fenati. A sus 20 años, es ya un auténtico veterano de la categoría de Moto3 (de hecho, debutó en el estreno de la cilindrada como tal denominación). Y tras cuatro años de victorias y decepciones, puede afirmarse que no ha cumplido las expectativas.
Las expectativas de un chico que tras ganar el campeonato italiano de 125cc se plantó en Qatar 2012, siendo un desconocido para todos excepto para Valentino Rossi, y osó subir al podio en su estreno mundialista. No sólo eso, sino que también ganó la segunda carrera del año en Jerez, con una exhibición bajo el aguacero andaluz. Había nacido una estrella, se decía. Lo cierto es que a partir de ahí, salvo algunos chispazos de talento, poco ha ofrecido, en relación a lo que se esperaba.
Tan rápido como irregular, tan talentoso como díscolo, Fenati no ha conseguido aunar la consistencia necesaria como para pelear por un título hasta el tramo final del año. Ni siquiera los consejos de Pablo Nieto, experto en la regularidad, le han solucionado el problema. Tampoco el hecho de pertenecer a la escudería propiedad de Valentino Rossi. ¿O quizás sea eso una presión a la que no está preparado para soportar?
Seis victorias en cuatro años, un pobre bagaje
En sus cuatro años anteriores en la categoría, Fenati ha sido capaz de ganar seis carreras (una en 2012, otra en 2015 y cuatro en 2014, su mejor año), pero nunca con la solidez suficiente para acabar en el podio final del campeonato. Su cuarto puesto de la pasada temporada supone su mejor resultado como piloto profesional, aunque lo cierto es que nunca ha tenido opciones reales de conseguir el objetivo al que parecía predestinado desde 2012: ser campeón del mundo.
Su crédito se ha ido deteriorando poco a poco y varios pilotos que, en principio, eran de menor nivel que él, han sido capaces de ser campeones (Cortese o Kent). Otros, como Viñales, Álex Márquez o Rins, de su mismo generación, están consolidados en la élite de MotoGP o son algunos de los 'gallos' de la categoría intermedia. Fenati, por su parte, sigue en el mismo punto que hace cuatro años, aproximadamente.
Su pretemporada, como viene siendo habitual, ha sido excepcional. Dominó con mano de hierro los tests IRTA de Jerez y asomó la cabeza por los puestos de cabeza en los igualados entrenamientos de Qatar. Pero, sin embargo, aunque está en el quinteto de grandes favoritos a ganar (junto a Quartararo, Bastianini, Antonelli y Navarro), quizás sea, de todos ellos, por el que menos apostarán los expertos en los clásicos pronósticos de comienzo de campaña. Por algo será.
Que 2016 es un ahora o nunca para él se maximiza con el hecho de que su compañero de equipo sea Nicolo Bulega, líder de una generación italiana sucesora de la de Fenati. Si Bulega consigue batirle este año, el golpe moral para Fenati será muy duro. Y por lo visto en invierno, el joven Nicolo está dispuesto a ir rápido desde el primer día. Duro desafío le espera al 'veterano' Fenati ante las nuevas generaciones.