Brad Binder es el hombre de moda en el campeonato de motociclismo. El sudafricano partió como tapado en el arranque del curso, pero después de cuatro carreras es el foco de todas las miradas. El piloto del Red Bull KTM Ajo es el único en haber subido al podio en todos los circuitos. Losail, Termas de Río Hondo, Austin y Jerez vieron como fue el único en brindar con cava al término de la prueba. 

Los cuatro podios fueron grandes resultados, pero el colofón llegó en el Gran Premio de España. Binder debía arrancar desde la segunda plaza, pero a escasos minutos de empezar la carrera se le notificó una sanción por usar un software no homologado y partió desde el último lugar. Una situación que le descartaba prácticamente de la lucha por los puestos privilegiados. Sin embargo, Binder demostró estar muy por encima del resto. Remontó hasta el grupo perseguidor, se deshizo de ellos y contactó con los tres primeros. Una vez ahí se tomó unos giros de descanso y les venció cuándo y cómo quiso.

La victoria de Jerez no fue una cualquiera. La exhibición de poderío supuso su primer triunfo en el campeonato del mundo. Además, Binder se afianzó en lo más alto de la tabla y suma 77 puntos, 15 más que Jorge Navarro, que se quedó a las puertas del podio tras verse superado por Bulega y Bagnaia en la última curva. 

Como no podía ser de otro modo, Binder aterriza en Le Mans con la confianza desbordada para buscar de nuevo un gran resultado: "Después de mi primera victoria estoy muy confiado y estamos preparado para mantenernos en las posiciones privilegiadas". Sin embargo, el sudafricano afirma que Le Mans no es un circuito de su agrado: "El Gran Premio de Francia, en el histórico trazado de Le Mans, será un nuevo reto para nosotros después de cosechar cuatro podios consecutivos. No es una de mis pistas favoritas por las peculiaridades que lo hacen especial". 

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Sobre el autor
David García Martín
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