No todo ha salido a pedir de boca para Brad Binder en el día de hoy. La lluvia hacía acto de presencia en el trazado alemán y al sudafricano, al igual que al resto de componentes de la parrilla de Moto3, le ha tocado hilar fino para aguantar sobre su moto durante 27 vueltas en las que lo más fácil, era terminar en el suelo bañado por el agua del asfalto. El piloto de KTM, que partía desde la sexta posición, ha tenido que conformarse con un octavo puesto que le ha sabido a poco pero le ha servido para salvar los muebles en una jornada, donde su rival directo en la lucha por el título, Jorge Navarro -al que le aventaja en 47 puntos tras la carrera de hoy-, ha quedado justo por delante de él.

"El día de hoy no ha sido ni muy bueno ni muy malo". Esta es la conclusión con la que Binder ha cerrado una jornada, que no empezó del todo mal para él hasta el momento de la carrera en la que no se sintió seguro con la parte trasera de su KTM: "Me sentí muy bien en el warmup; todo estaba funcionando increíblemente. En la carrera en sí las cosas eran más difíciles. Aki (Ajo) me dijo antes del comienzo que debía centrarme en hacer lo que sé, y que no me preocuparse por nadie más. Me pareció difícil obtener una buena sensación con la parte trasera, y sentía como si me fuese a ir en cualquier momento".

Con todo ello, el sudafricano, que hasta el pasado Gran Premio de Holanda no sabía lo que era bajar del podio, también hace una lectura positiva del fin de semana y pese no estar contento con el resultado, todo se queda en un mal menor: "Lo positivo es que nunca fuimos por encima del límite y hemos sido capaces de terminar la carrera. Obviamente no estoy del todo contento con el octavo lugar, pero sólo he perdido un punto y es un mal menor."