Por segunda vez en dos décadas, la categoría reina no conoce a su campeón llegado el día de bajar el telón. Y según quien gane, los libros de historia del motociclismo podrían cambiar drásticamente.

Dos españoles tienen la culpa. Ya al principio del campeonato podía intuirse que el Mundial de MotoGP 2013 era cosa de dos: Marc Márquez y Jorge Lorenzo. Los demás rivales han ido cayendo por el camino, y llegada la hora de la verdad, solo ellos siguen en pie.

El defensor del título y el novato aspirante. Una batalla recurrente en numerosos deportes, pero que el motociclismo lleva décadas sin presenciar. Dos talentos separados por casi seis años de edad, y cuya incipiente rivalidad promete ser el epicentro del motociclismo mundial durante las siguientes temporadas.

Por ello, el resultado de 2013 no solo puede sobrescribir el pasado. Lo que suceda este domingo en Cheste puede cambiar para siempre el devenir de MotoGP. Porque, en medio de la incertidumbre que ha sacudido los corazones de los aficionados durante los días previos a la gran cita, se pueden encontrar dos hechos que, aun siendo abstractos e intangibles, resultan de una evidencia casi axiomática.

En primer lugar, resulta indiscutible que todo aquel que se haya desplazado a Cheste este fin de semana (con un ‘no hay billetes’ colgado más pronto que nunca), puede ser considerado vencedor de antemano; algo extensible a todos aquellos que lo disfruten por televisión. Por otro lado, que el que salga derrotado en la contienda comenzará a planificar su propia ‘vendetta’ horas después, en los test que darán el pistoletazo de salida a la temporada 2014.

También el campeón estará ahí con el mismo objetivo, pero con el aura del que todavía está degustando su victoria. Una victoria que irá mucho más allá de ser un título de MotoGP, que de por sí ya es muchísimo. En función del ganador, las consecuencias serán diferentes y de diversa magnitud, pero todas ellas obligarán a cambiar o reordenar algunas de las plusmarcas y clasificaciones más históricas de la velocidad sobre dos ruedas.

Marc Márquez

El novato de Cervera tiene a tiro borrar para siempre récords de precocidad que llevan inamovibles tres décadas o más. Ya lo ha hecho a lo largo de la temporada, con Freddie Spencer y Kenny Roberts como víctimas. Al uno por joven y al otro por novato.

Por citar solo sus dos marcas más sonadas, al primero le quitó el récord de ganador más joven de un Gran Premio con su victoria en Austin; mientras que al segundo le superó como ‘rookie’ con más victorias en su año de debut con su quinto triunfo de la temporada en la República Checa. A falta de una carrera acumula seis victorias.

Durante el año ha batido muchos más récords, relacionados con la precocidad y su status de ‘rookie’ a la hora de lograr victorias, poles, vueltas rápidas y podios; pero también otros como el de la caída a mayor velocidad de la historia, la que tuvo lugar en los libres de Mugello, cuando se fue al suelo a 336 kilómetros por hora. También ha sido el primero ganar el mismo GP cuatro años seguidos en tres categorías distintas (Sachsenring), así como el único piloto capaz de vencer en Laguna Seca en su primera toma de contacto con el mítico trazado estadounidense.

En Valencia, Marc ‘Guinness’ Márquez tratará de aumentar su listado de hazañas. Solo necesita ser cuarto; por lo que, atendiendo a las pasadas carreras, tiene un 88,24% de posibilidades de proclamarse campeón. De los 17 resultados de la temporada, 15 le valdrían. Solo los ‘ceros’ sumados en Mugello y Phillip Island le apartarían del título.

Curiosamente, dos es el número mínimo de ‘ceros’ que Márquez ha obtenido en sus temporadas desde que llegó al Mundial; y coinciden con aquellas en las que se proclamó campeón. En 2010 falló en Jerez y Austin, mientras que en 2012 no puntúo en Le Mans ni en Sepang. Todo hace pensar que si no hay un tercer fallo en este 2013, seguirá cumpliendo tan peculiar premisa.

A imagen de Roberts y Spencer

Si lo consigue, logrará dos plusmarcas estratosféricas, de nuevo de Freddie y Kenny. Y para ponerle más pimienta a la situación, tendrá que superar un último obstáculo muy similar al que Roberts y Spencer se enfrentaron para conseguirlo. Es decir, puede batir sus récords de la misma forma que ellos los consiguieron.

1978 fue el año de debut de Kenny Roberts en el Mundial de 500cc, y no es necesario recordar lo que pasó. Se convirtió en el primer ‘rookie’ en proclamarse campeón en su estreno, siempre sin contar las dos primeras ediciones (1949 y 1950), ganadas por los debutantes Leslie Graham y Umberto Masetti. Márquez puede ser el segundo.

Y lo hizo con suspense, en la última carrera. Llegó al viejo Nurburgring (de 22 kilómetros) como líder, y con el vigente campeón (Barry Sheene) esperando su fallo, situación idéntica a la de Márquez y Lorenzo, vigente campeón. Roberts partía con ocho puntos de ventaja, y sentenció su proeza finalizando tercero con Sheene justo detrás; en una carrera en la que la lucha por la victoria quedó entre el italiano Virginio Ferrari y el venezolano Johnny Cecotto, resuelta en favor del primero.

Cinco años más tarde, Freddie Spencer llegaba a la última carrera de Imola con la posibilidad de convertirse en el campeón más joven de la clase reina, récord que aun ostenta. Partía con solo cinco puntos sobre Kenny Roberts, que se puso en cabeza y ralentizó el ritmo esperando a su compañero Eddie Lawson. Sin embargo, ‘Fast Freddie’ demostró su casta para conservar la segunda posición y llevarse el título.

En 30 años no ha habido un piloto más joven que Spencer capaz de hacerse con el título. Es posible que Lorenzo intente ralentizar el ritmo, y entonces Márquez deberá emular a Freddie para quitarle su récord. Si no lo consiguiera, todavía tendría opciones el año que viene, pero para ello debería ganar el Mundial con varias carreras de antelación.

Club exclusivo

Con un hipotético título, Marc entraría en uno de los clubes más selectos de la historia del motociclismo. Tan exclusivo que solamente tiene tres sillones, reservados a aquellos pilotos campeones en tres categorías diferentes.

Fue inaugurado por Mike Hailwood en 1966 con el doblete en 350cc y 250cc, todo ello después de haber sido tetracampeón de 500cc entre 1962 y 1965. El segundo integrante es Phil Read, que se unió en 1973 con el primero de sus dos títulos de 500cc. Antes había sido tetracampeón de 250cc (1964, 1965, 1968 y 1971), ganando también 125cc en 1968.

El tercero -y de momento último-, es Valentino Rossi, que llegó en 2001 con su primer y único título de 500cc, antes de ganar seis de MotoGP. Antes, se había proclamado campeón del octavo de litro en 1997 y de 250cc en 1999. Parecía que el cuarto sillón estaba reservado a Dani Pedrosa, pero el catalán no ha podido lograr todavía la ansiada corona. Otro catalán puede adelantarle en la carrera por entrar al club.

Tercer español

Además, y aunque el campeón de 2013 será español pase lo que pase, una victoria de Márquez elevaría a España en la historia. De vencer, Marc se convertiría en el tercer piloto español en proclamarse campeón de la clase reina, después de Álex Crivillé (1999) y Jorge Lorenzo (2010 y 2012).

Esto permitiría a España igualar en la cuarta posición histórica a Australia, que también cuenta con tres campeones diferentes: Wayne Gardner, Mick Doohan y Casey Stoner.

Todavía lejos quedan Italia y Gran Bretaña, con seis ganadores distintos cada uno. Los transalpinos han visto coronarse a Umberto Masetti, Libero Liberati, Giacomo Agostini, Marco Lucchinelli, Franco Uncini y Valentino Rossi. Por su parte, los británicos han celebrado campeonatos de Leslie Graham, Geoff Duke, John Surtees, Mike Hailwood, Phil Read y Barry Sheene.

Una clasificación que lidera Estados Unidos, pese a tardar tres décadas en estrenarse. Los ya manidos Kenny Roberts y Freddie Spencer abrieron una senda que continuó el mencionado Eddie Lawson y cuyo dominio extendieron Wayne Rainey y Kevin Schwantz. Finalmente, Kenny Roberts Jr. y Nicky Hayden elevaron a siete la cuenta de ganadores distintos.

Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Australia y España. Cinco países que han visto nacer a 24 de los 25 campeones distintos que registra el palmarés de 500cc y MotoGP. El restante es Gary Hocking, procedente de Rhodesia y campeón del mundo en 1961. Marc Márquez podría ser el número 26.

Jorge Lorenzo

El número 25 fue Jorge Lorenzo con su título en 2010. Tras recuperar el cetro el pasado 2012, tiene la oportunidad de hacerse con su tercer título. Si bien no puede lograr los récords de precocidad de Márquez (ya logró unos cuantos en su día), convertirse en pentacampeón y ganar tres títulos de la categoría reina le harían subir unos cuantos escalones en los libros de historia.

La papeleta está complicada, pero Lorenzo tiene precedentes para soñar. Sobre todo uno muy cercano en tiempo y espacio. De las 15 ocasiones anteriores en las que el título llegó sin decidir matemáticamente, en 13 el líder se proclamó campeón. Eso solo puede significar una cosa: que en dos ocasiones no fue así. Y a eso se agarra el balear.

La primera fue en 1992, una temporada marcada por la grave lesión en Assen de Mick Doohan, cuando lideraba cómodamente la clasificación general. Wayne Rainey fue remontando hasta llegar con solo dos puntos de desventaja sobre el australiano, que había retornado en la penúltima prueba. En la cita final, disputada en Kyalami (Sudáfrica), a Rainey le bastó con finalizar tercero para hacerse con su segundo título, ya que Doohan solo pudo ser sexto.

Pero el precedente que se ha instalado en las últimas dos semanas de forma imborrable en la retina de Lorenzo –y de Márquez, y de todos los aficionados-, es el de 2006. Valentino Rossi llegaba como líder tras una increíble remontada ante Nicky Hayden, con la involuntaria ayuda de Dani Pedrosa. Como en este 2013, el título llegaba sin decidir a Valencia. Lo que sucedió es de sobra conocido. Rossi se fue al suelo y Hayden se proclamó campeón acabando tercero, por detrás de Troy Bayliss y Loris Capirossi; apenas una hora después de que el propio Lorenzo se proclamase campeón de 250cc ante Andrea Dovizioso.

Escalando entre mitos

Si Lorenzo consigue repetir dicho desenlace, igualará los tres títulos de Kenny Roberts y Wainey Rainey en la categoría reina, colocándose junto a ellos en la octava posición de todos los tiempos. Y se quedaría a solo uno de meterse en el grupo que comparte la cuarta posición, el de los tetracampeones Geoff Duke, John Surtees, Mike Hailwood y Eddie Lawson.

Por encima, un podio histórico encabezado por los ocho títulos de Giacomo Agostini, escoltado por los siete de Valentino Rossi y los cinco de Mick Doohan.

Y si a esos tres títulos de la categoría reina se le añaden los dos que logró en el cuarto de litro en los años 2006 y 2007, Jorge Lorenzo se convertiría en pentacampeón del mundo. Eso le igualaría con dos mitos como Mick Doohan y Anton Mang. Solo nueve pilotos tienen más.

De nuevo en cabeza está Giacomo Agostini con 15 títulos, seguido por los 13 de Ángel Nieto. El bronce lo comparten, con nueve Mundiales, el británico Mike Hailwood y los italianos Valentino Rossi y Carlo Ubbiali. Con siete aparecen Phil Read y John Surtees, por los seis de Jim Redman y Geoff Duke.

En lo que respecta a Yamaha, solo Valentino Rossi habría logrado más títulos con la marca del diapasón, con cuatro. Para todos los demás, tres siempre ha sido el techo. Roberts ganó sus tres títulos con Yamaha, mientras que Lawson le imitó antes de ganar el cuarto con Honda. Finalmente, Rainey también conquistó sus tres títulos con Yamaha. Lorenzo podría igualarles.

Finalmente, también podría convertirse en el duodécimo piloto en defender su corona con éxito. Sin embargo, en las últimas dos décadas solamente dos pilotos lo han conseguido: Mick Doohan y Valentino Rossi. Pilotos como Casey Stoner, Nicky Hayden, Kenny Roberts Jr., Álex Crivillé y Kevin Schwantz fracasaron en el intento.

El propio Lorenzo no lo consiguió en 2011, pero ahora podría conseguirlo a la segunda, algo menos habitual a lo largo de la historia. Solamente Geoff Duke, John Surtees lo consiguieron a la segunda, mientras que Eddie Lawson no logró defender el título hasta la tercera vez que lo ganó.

La batalla definitiva

En Valencia no existirá nada de esto. Los registros se desvanecerán cuando empiecen a rugir los motores, y nombres como Kenny Roberts, Freddie Spencer, Eddie Lawson o Mick Doohan serán inaudibles ante el rugido de las MotoGP de Marc Márquez y Jorge Lorenzo.

Sea cual sea el final, la historia del motociclismo cambiará para siempre. Se miden dos pilotos que no conocen la palabra conformismo. Dos devoradores de récords que habían coincidido hasta en dos ocasiones en la foto de los campeones de final de temporada (2010 y 2012), pero que esta vez luchan por estar en el centro de la instantánea, junto a Pol Espargaró y al nuevo príncipe del motociclismo, cuya identidad será conocida pocas horas antes. Luis Salom, Maverick Viñales y Álex Rins serán el aperitivo del gran festín final.

Tanto Marc como Jorge formaron parte del primer triplete de la historia de España junto a Toni Elías. En el segundo, uno de los dos no podrá estar.

La historia del motociclismo en apenas 45 minutos. Como para perdérselo.

Fotos: mundodeportivo, bikesportnews, tres ruedas, theage, clubmoto1.