El Mundial de MotoGP está más competido que nunca. Hasta diez pilotos de la parrilla pudieron optar al podio en Qatar y el Gran Premio de Austin el próximo fin de semana se espera igualmente disputado. En el equipo Drive M7 Aspar lo saben y no quieren descolgarse de las posiciones de prestigio. Además, si alguien llega a Texas motivado es Nicky Hayden, que espera brindar una gran carrera a su afición y mejorar el octavo puesto conseguido en el trazado qatarí. El piloto de Kentucky fue de menos a más durante el fin de semana, mejorando sus tiempos en cada sesión para acabar sacando lo mejor de su pilotaje el domingo. Ahora vuelve a casa.

El estadounidense destacó que la de Texas no es una prueba más para él. “Los grandes premios de casa siempre son especiales por todo el apoyo que recibimos por parte de los fans. Ya tengo ganas de aterrizar en Austin y que dé comienzo la próxima cita”, expresó entusiasmado. “Espero que obtengamos un buen resultado para que la afición esté orgullosa de nosotros”, añadió.

El circuito de las Américas es increíble, una auténtica obra de arte, con instalaciones nuevas y muy seguras. Es un trazado largo y ancho”, observó Hayden. No obstante, el número 69 de MotoGP recordó que en 2013 no fue tan bien como esperaba. “El año pasado no terminé de sentirme cómodo en él, ni tampoco rodé todo lo bien que esperaba, especialmente en la primera mitad de la pista. Estoy convencido de que esa circunstancia cambiará por completo el próximo fin de semana”, añadió cargado de optimismo.

Nicky Hayden también analizó cuáles serán los puntos débiles de su moto en Austin, así como los aspectos en los que considera que pueden tener una ligera ventaja. “Supongo que en la salida de las curvas lentas penalizaremos un poco en términos de aceleración. En contrapartida tendremos más facilidades en los cambios de dirección porque nuestro chasis es muy manejable”, observó. De este modo, el americano se mostró deseoso de comenzar a rodar en la segunda prueba mundialista para satisfacer a su afición.