Son muchos los aficionados al motociclismo los que asocian el nombre de Emilio Alzamora como el hombre que descubrió a ese genio llamado Marc Márquez. El hombre que le acompaña en todos los grandes premios, el hombre que le da la tranquilidad necesaria para tener la estabilidad que debe tener un campeón, el hombre que ha inculcado esa humildad característica del actual campeón del mundo de MotoGP.

Pero, a buen seguro, los grandes aficionados, quizás los algo más veteranos, recuerdan al piloto de Lleida por una carrera de 1999 en la que pasó a la historia. Su nombre quedó grabado para la eternidad sobre el asfalto del Autódromo Óscar Gálvez. En esa tarde de 31 de octubre, día de Halloween, las mayores pesadillas estuvieron a punto de reproducirse en la vida de Emilio Alzamora. Pero él, impasible, superó todas con su habitual tranquilidad y serenidad para coronarse campeón del mundo, pese a que no contaba demasiado en las quinielas de principio de temporada.

Una temporada marcada por la igualdad

La temporada 1999 de 125cc es una temporada atípica, sin un líder claro. Hacía sólo dos años que el ciclón Valentino Rossi había pasado por la categoría, dejando sólo las migajas para los talentosos japoneses, habituales dominadores de la categoría pequeña. Así pues, asomaban la cabeza como posibles favoritos los nipones Kazuto Sakata (defensor del título) y Masao Azuma, y la nueva joven estrella italiana, Marco Melandri.

Masao Azuma fue el dominador de la primera parte de la temporada, con cinco victorias en las primeras ocho carreras. Pero lo cierto es que, si bien llegó con opciones a la decisiva carrera de Argentina, no volvió a ganar esa temporada. En la segunda mitad surgió la figura de Marco Melandri, que resurgió tras un inicio nefasto, encadenando varias victorias en el tramo final del campeonato.

Emilio Alzamora tuvo la regularidad necesaria para llegar líder a la última carrera

Entre ellos, el ilerdense Emilio Alzamora, que no ganó ninguna carrera durante esa temporada, pero logrando una regularidad que resultaba decisiva en un año tan complicado como ese. 10 podios de 16 le valieron al piloto español para lograr su sueño y ser campeón del mundo. Pero tuvo que sudarlo mucho, en Argentina. A la carrera decisiva llegaban tres pilotos con opciones de ser campeones. Alzamora y Melandri eran los principales favoritos, distanciados por seis puntos (el italiano no dependía de sí mismo, pues si Alzamora era segundo ganaba el título), y Masao Azuma algo más atrás.

Clasificación antes de la última carrera:

POS PILOTO PUNTOS
1 Emilio Alzamora 207
2 Marco Melandri 201
3 Masao Azuma 190

Alzamora tocó la gloria en Argentina

El tercero en discordia, Azuma, quedó fuera de carrera a las primeras de cambio por una caída, con lo que el duelo pasaba a ser un cara a cara entre Alzamora y Melandri. Al español le bastaba con ser segundo, mientras que el italiano debía ganar y esperar el fallo de su rival.

El inicio de carrera fue complicado para el español. Melandri salió fulgurante, colocándose primero desde el principio e imponiendo un ritmo que nadie podía seguir. Por su parte, Alzamora rodaba en un grupo donde se sentía algo incómodo. Finalmente, pudo superarlos y colocarse en la ansiada segunda posición, que le otorgaría el título mundial.

Cuando, a falta de tres vueltas, las posiciones estaban estabilizadas, con Melandri liderando con más de tres segundos sobre Alzamora, y éste teniendo un margen importante sobre Locatelli, se produce el golpe de teatro que estuvo a punto de cambiar el destino de aquel mundial. El italiano decidió aminorar el ritmo, llegando en la última vuelta a "esperar" literalmente a su rival español.

Alzamora, incrédulo ante lo que estaba contemplando, pasó a su rival inmediatamente, que rodaba lentísimo, para evitar que Locatelli les diera caza. "A la desesperada, Melandri quiso frenar y esperarme, para hacer algo para que yo no quedara segundo. Yo creo que hubo algo de confusión por parte de él y del equipo. Cuando lo veo, sé que no está muy claro lo que quiere hacer y decido pasarlo, porque va muy lento. En ese momento, yo no sabía muy bien qué pasaba, pensaba que su moto tenía algún problema. Pero luego me pasó en la recta haciendo cambios de dirección, lo volví a pasar y luego intentó... bueno, no sé lo que tenía en la cabeza, tirarme supongo", admitió en una entrevista a TVE en 2009.

Marco Melandri intentó todo, legal e ilegalmente, para llevarse su primer título mundial

Como relata Emilio Alzamora, Melandri intentó todo para coronarse campeón, incluidas las malas artes. Hubo dos maniobras absolutamente antideportivas por parte del trasalpino, que estuvo a punto de acabar con la carrera de Alzamora que, tranquilo y sereno, supo mantener la calma para llegar a la meta segundo y como nuevo campeón del mundo.

"Lo que hoy ha hecho Melandri no es de gran profesional. Ha hecho unos buenos entrenos, estaba dominando la carrera, pero ha intentado cosas que no están dentro del reglamento, aunque por suerte no le han salido bien y el título nos lo hemos llevado nosotros", aseguró Emilio Alzamora en la rueda de prensa después de la carrera.

Emilio Alzamora pasó a la historia como el primer campeón del mundo de la historia que logró el título sin ganar ninguna carrera. Casualidades de la vida, al año siguiente ganó dos carreras y no tuvo opciones de repetir la hazaña. Por su parte, a Melandri aún le sigue pesando esa fama de "tramposo", aunque hayan pasado 15 años desde ese día.

Fotos: @JesSanSan