El circuito alemán de Sachsenring ya comienza a escuchar el rugir de los motores puesto que esta semana se convertirá en el albergue de los equipos mundialistas. En los días previos a su celebración, tanto los equipos como los pilotos van aterrizando y tomando contacto con el trazado con el fin de ganar sensaciones para el día de la carrera. Aunque bien es cierto que las impresiones de la pista son variables según diversos factores, como pueden ser las condiciones meteorológicas o los recuerdos de citas anteriores.

En este sentido, Jorge Lorenzo no guarda un buen sabor de boca del trazado alemán ya que el año pasado sufrió una fuerte caída durante los FP2, lo que le provocó el desplazamiento de una placa de fijación colocada en su clavícula, obligándole a pasar de nuevo por el quirófano. Pero este año el mallorquín espera cambiar su suerte y su mala racha de resultados que lleva arrastrando toda la temporada. “Sachsenring no es uno de mis circuitos favoritos, sobre todo después del año pasado, pero ya tengo ganas de correr allí y tratar de revertir la situación”, explicó Lorenzo.

Lorenzo: "Como siempre, nunca voy a renunciar"

Así pues, el español, siguiendo con su discurso esperanzador, aseguró que su máquina está funcionando bien y que siente el apoyo de todo el equipo.  Por todo ello afirmó: “Soy bastante optimista y, como siempre, nunca voy a renunciar”. Del mismo modo declaró que después de una “carrera decepcionante como fue la de Assen”, donde se esperaban mucho más que una quinta posición, está totalmente concentrado en la próxima carrera.