Marc Márquez tiene la temporada muy encarrilada hacia su segundo título de la categoría reina. El español lleva ocho triunfos en las ocho primeras carreras, algo que no ocurría desde la década de los años '70 con Agostini. Si es capaz de ganar las siguientes seis pruebas se proclamaría campeón con cuatro de antelación, algo solo alcance de Rossi desde la llegada de las 990cc en 2002. Con este nivel, solo una lesión parece capaz de pararlo.

El de Honda no se ha caído mucho durante esta temporada, pero el susto en la primera jornada en Sachsenring hace tener los cinco sentidos en alerta. En la primera sesión de libres, Márquez tuvo una aparatosa caída que lo dejó unos segundos arodillado sobre la grava alemana. A pesar de ello, el de Cervera se repuso tras unos instantes de incertidumbre y regresaba al garaje por su propio pie. Después de serenarse la situación, acabó con el segundo mejor tiempo del día, solo superado por Aleix Espargaró.

"La caída ha sido un poco extraña, pero en cuanto hemos mirado la telemetría lo hemos entendido. Es una curva muy larga de izquierdas, en segunda marcha con el acelerador mantenido todo el tiempo, y sin querer he tocado la leva del cambio con la punta de la bota. Ha entrado otra marcha y al ir tan inclinado y no cerrar el acelerador, ha derrapado la rueda trasera y me ha escupido", explicaba Márquez, que por suerte no tuvo que lamentar daños mayores: "He tenido mucha suerte ya que no me he lesionado, a pesar de que el impacto ha sido fuerte".

Caída de Márquez en los primeros libres | Foto: @marcmarquez93.

En la segunda tanda de entrenamientos, con algo de lluvia intermitente a la mitad, regresó el Márquez más agresivo. Completó una buena sucesión de vueltas a buen ritmo, trabajando de cara a la carrera. Así, el campeón acabó muy contento con el trabajo realizado: "El día ha ido bien a pesar de la caída. Por la tarde ha ido mejor y me he vuelto a sentir muy bien sobre la moto. He podido hacer una buena vuelta, pero sobre todo he mantenido un buen ritmo".