Poco a poco Jorge Lorenzo va saliendo del agujero tan profundo que cavó en la primera mitad de la temporada, donde su falta de confianza encima de su M1, y una serie de errores puntuales en determinadas carreras, le han privado de estar en la posición que merece, batallando con Marc Márquez en cada carrera. Parece que después de un inicio muy titubeante, las aguas vuelven por su cauce, y Lorenzo cada día está más en disposición de aguarle la fiesta al bueno de Márquez. De hecho, a día de hoy, el mallorquín es el mejor colocado para acabar con la racha de triunfos del de Cervera.

“El comienzo del Mundial fue un poco desastre para mí. No me sentía a gusto con la moto y cometí muchos errores. Ahora he mejorado mi condición física, estoy pilotando más consistente y me siendo mucho más cómodo con la Yamaha. Estoy luchando contra pilotos muy fuertes, como Valentino, que ha mejorado mucho con respecto al año pasado, y Marc, que ya no es el rookie del año pasado”, explicaba el piloto de Yamaha, el cual afirmaba con respecto a su máximo rival: "Tiene una moto muy competitiva y ya tiene mucha experiencia con ella”.

Una parte de la culpa del paso adelante del 99 ha venido por el trabajo de Yamaha, que a principio de año no consiguió darle una moto competitiva a su piloto número uno. Aunque esta mejora ha llegado tarde, porque Lorenzo ya no tiene opciones de luchar por el Mundial, sí que le dará posibilidades de batir a Marc en alguna de las carreras que faltan, empezando por Brno, el próximo Gran Premio.

Y esa mejora Lorenzo la agradece: “Yamaha está trabajando muy duro, por lo que estoy seguro de que tendremos una moto mejor en lo que queda de temporada, pero si no para la próxima temporada. Quizás en los próximos circuitos pueda adaptar mi estilo para batirme con Marc, aunque si queremos lucha con él en todas las carreras, necesitamos mejorar un poco más para intentar conseguir la victoria”.