Phillip Island amanecía con amenaza de lluvia en la clasificación del Mundial de Motociclismo, así que los pilotos salieron a la pista rápidamente en la Q2. Jorge Lorenzo ha sido el primer piloto en salir de los pits para la sesión deseoso de evaluar las condiciones de la pista después de la lluvia ligera que había caído poco antes.

En la primera vuelta Márquez consiguió el mejor crono aunque poco le iba a durar, ya que su compañero de equipo, Pedrosa, iba a rebajar el crono en 1:28.675. Con sólo ocho milésimas de separación entre Lorenzo y Cal Crutchlow, la sesión ha sido muy reñida. El piloto balear ha logrado la tercera posición en la parrilla de salida para la carrera del GP de Australia, con un tiempo de 1:28.650s, a 0.242s de la pole anotada por Marc Márquez.

"Durante todo el fin de semana todos estamos teniendo muchos problemas para conseguir agarre, especialmente en la salida de las curvas. El agarre en la entrada de la curvas y en ángulo máximo de inclinación también han dado problemas. Los neumáticos son más duros, por lo que es difícil mantener el mismo ritmo, somos entre medio segundo y un segundo más lentos, pero es lo misma para todo el mundo", ha explicado el piloto de Yamaha.

"Hemos conseguido una muy buena puesta a punto, estamos muy contentos y podemos mantener un ritmo muy constante” ha añadido el piloto. “Lo he dado todo para hacer la vuelta perfecta, pero no ha sido suficiente. He hecho dos vueltas muy rápidas, pero no eran suficientemente explosivas. De todos modos, el tercer puesto es bueno y nuestros rivales Rossi y Pedrosa están detrás".

Después de lograr los mejores resultados el viernes, hoy, el piloto de Yamaha no ha podido superar a la Ducati de Cal, ni a la Honda de Marc, pero está dispuesto a volver a ganar como lo hizo en Motegi, y luchar así por el subcampeonato de MotoGP que se está disputando entre Pedrosa, Rossi y él.