Tras conseguir su segundo Mundial en el pasado Gran Premio en Japón, el piloto de Repsol Honda protagonizaba hoy una caída en la curva diez a falta de diez vueltas para el final de la prueba, "regalándole" la victoria a Valentino Rossi.

Marc Márquez salía desde la primera posición en el circuito australiano y ha logrado una gran salida por segunda vez éste año, desde Austin, y ha comenzado el GP de Australia liderando desde la primera vuelta todo el pelotón. "Hoy, al estar liberado de cualquier presión, he probado un enfoque diferente de la carrera, pilotando al máximo desde el inicio e intentando abrir la máxima diferencia posible”, explicaba el piloto de Repsol Honda. El de Cervera tenía un récord en la mente mientras rodaba por el trazado: igualar las doce victorias de Doohan en MotoGP una misma temporada.

Marc Márquez
Foto vía Repsolmedia.com

Mientras los dos pilotos de Yamaha luchaban por la segunda posición, el recién proclamado campeón ya disponía de más de tres segundos respectos al dúo. Márquez no aflojó el ritmo, pero en la vuelta 18 probó el duro asfalto de Phillip Island. El piloto frenó en la bajada de la curva diez, perdió el agarre en la rueda delantera y arrastró por el verde australiano. Tercera caída en las últimas cuatro carreras y el duodécimo triunfo deberá esperar, al menos, hasta Sepang.

"No siempre tienes la oportunidad de hacer pruebas"

“Estábamos haciendo una buena carrera, hasta la caída. Ha sido una pena que me haya caído en un momento en el que no estaba pilotando al límite o más rápido que la vuelta anterior. Hoy han habido muchas caídas y casi todas de la misma manera: bloqueando la rueda delantera. La temperatura ha caído mucho durante la carrera, algo que también ha condicionado. Es mejor que esto haya pasado ahora y sumar experiencia para el próximo año, porque no siempre tienes la oportunidad de hacer pruebas”, concluía Márquez después del GP de Australia.