El año 2010 siempre quedará en la mente de todos los aficionados españoles al motociclismo, ya que sin duda fue una de las temporadas más exitosas de toda nuestra historia en los mundiales. Los pilotos españoles dominaron de manera aplastante el capítulo de victorias, y eso a final de año se tradujo en el primer triplete de títulos en las tres categorías. Marc Márquez en 125, Toni Elías en la recién estrenada Moto2 y Jorge Lorenzo en MotoGP, pusieron la guinda a uno de los episodios más triunfantes de nuestra existencia en el mundo de las dos ruedas.

Por la carga emocional que tuvo 2010 para todos los que disfrutamos cada fin de semana viendo las motos, en VAVEL hemos rescatado un momento concreto de esa temporada, concretamente en la clase reina, donde un jovencísimo Jorge Lorenzo alcanzó la gloria en Sepang, proclamándose campeón del mundo de MotoGP, y convirtiéndose en el segundo piloto español que lo conseguía después de Álex Crivillé en el año 1999.

Lorenzo se impuso a Rossi y Stoner

Fue una temporada en la que sucedió de todo en MotoGP. Por aquel entonces, la rivalidad más intensa estaba entre Valentino Rossi y Casey Stoner, que se habían repartido los tres últimos títulos entre ellos, dos para Il Dottore y uno para el australiano. Sin embargo, dos temporadas antes, la de 2008, Yamaha apostó por un joven piloto, Jorge Lorenzo, que venía de ser campeón del Mundo de 250 con Aprilia, y que ya en sus dos primeras temporada dejó síntomas de lo que sería capaz de hacer en 2010.

Lorenzo no tuvo rival en el año de su coronación. | Fuente: autoblog.com

Tal fue su incidencia, que hasta el propio Rossi decidió poner el famoso muro en el box de Yamaha. De nada le sirvió esa artimaña al de Tavullia, porque Jorge Lorenzo rompió todos los pronósticos y conquistó el título de la clase reina de forma incontestable.

También es cierto que a Lorenzo le favorecieron una serie de circunstancias a lo largo de la temporada, que fueron decantando la balanza hacia su favor. Por un lado, los problemas de Casey Stoner con Ducati. Tras el primer título del australiano, en Borgo Panigale no fueron capaces de hacer una moto competitiva como en temporadas atrás, y Stoner probó el suelo en bastantes ocasiones. A raíz de lo ocurrido ese año, el aussie ficharía por Honda al año siguiente.

La lesión de Rossi, clave

Más trascendencia tuvo lo que acaeció en los entrenamientos libres de Mugello, donde Valentino Rossi tuvo la peor caída de toda su carrera deportiva, y en la que se fracturó la tibia y el peroné, una fea lesión que le tuvo apartado durante unas cuantas carreras, y en otras muchas, al recuperarse de forma prematura, no consiguió estar al nivel de sus rivales.

Valentino Rossi sufrió en Mugello la peor caída de su carrera. | Fuente: Getty Images

Con estos acontecimientos se llega a Sepang, con todavía cuatro carreras para finalizar la temporada. Jorge Lorenzo llegaba como líder destacado, y con la primera bola de partido respecto al segundo clasificado, Dani Pedrosa, que se encontraba a 69 puntos del mallorquín, y que no pudo correr en Malasia por una lesión. De este modo, a Jorge Lorenzo le bastaba con ser tercero para proclamarse campeón.

Lorenzo jugó con la calculadora

El Espartano no quiso arriesgar, y evitó meterse en la lucha por la victoria. Casey Stoner caía en la primera vuelta, mientras que Valentino Rossi y Andrea Dovizioso tomaban una cómoda ventaja sobre Lorenzo en la cabeza de carrera. Por detrás del mallorquín estaba Ben Spies, en aquel entonces defendiendo los colores del Monster Yamaha Tech3. El estadounidense, además de no tener rimo suficiente para ir a por el 99, estaba en Yamaha, y desde la fábrica de los diapasones no iban a perjudicar la fabulosa ocasión que tenía su piloto de hacerse con el título.

Pasaban las vueltas y el interés de la carrera se centraba exclusivamente en Lorenzo, que mantenía su tercera posición, y cada vez tenía más cerca su ansiado título. A nadie le importaba la batalla entre Rossi y Dovizioso, todo el mundo miraba lo que hacía un chico de 23 años que estaba a muy pocas vueltas de entrar en la historia del motociclismo.

El sueño se cumple

La bandera a cuadros hondeó, recibiendo al vencedor Valentino Rossi que volvía a la senda de la victoria tras vivir un auténtico infierno a raíz de su lesión, y Andrea Dovizioso finalmente se tenía que conformar con la segunda posición. Seis segundos después entraba en meta un Jorge Lorenzo extasiado, que desprendía emoción por todo su cuerpo. No era para menos, en ese instante Lorenzo había tocado el cielo, se acababa de proclamar campeón del mundo de MotoGP, y grababa su nombre junto a otras leyendas del motociclismo, con las que el mallorquín hoy comparte asiento.

Un año que seguro Lorenzo no olvidará jamás. Ahora tiene dos títulos de MotoGP, y trata de encontrar la fórmula perfecta para parar los pies a un rival durísimo como Marc Márquez. Este fin de semana Lorenzo regresa a Malasia, el escenario donde hace cuatro años detuvo el tiempo, y escribió el episodio más importante de su carrera deportiva, y uno de los de mayor magnitud para nuestro motociclismo. En 2010 Jorge Lorenzo conquistó la gloria mundial.

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Sobre el autor
Diego De Arístegui
Universidad Carlos III de Madrid. Las motos son signo de mi identidad y de mi escritura.