Friedrich Nietzsche fue uno de los filósofos más influyentes del siglo XX. Una de aportaciones del alemán fue su teoría del superhombre. Según Nietzsche este superhombre es un ser superior, porque se encuentra más allá del bien del mal. Lo que no sabía este pensador es que, el 17 de febrero de 1993, Cervera (Lleida) iba a ver nacer a ese superhombre para convertirse en superpiloto. Un piloto sobrenatural que recoge las grandes cualidades de los mejores de la historia en solo una persona para hacer que todos los rivales se dobleguen ante él.

Un marciano en el siglo XXI

En 1978 desembarcó en el Mundial Kenny Roberts. El estadounidense demostró que estaba hecho de otra pasta y se hizo con el título de 500cc a lomos de la Yamaha en su primer año. Volvió a repetir en 1979 y en 1980. Roberts acabó con el reinado europeo y estableció un nuevo estilo de pilotaje: rodilla al suelo y vertiginosas derrapadas en cada curva. Una forma de pilotar que emanaba del Dirt Track. El estadounidense se ganó el apodo de ‘El Marciano’ por las increíbles aptitudes para pilotar y abrió el camino a otros pilotos norteamericanos como Spencer, Lawson, Rainey o Schwantz, que dominaron hasta la década de los ’90.

35 años después de que lo hiciera Roberts, Márquez se subió por primera vez a la Honda de MotoGP. Como pasó en 1978, el español fue capaz de ganar en su primer año y repetir en el segundo. Siguió la misma fórmula que Roberts: muchas derrapadas, codo e, incluso, hombro al asfalto para marcar una tendencia dentro de la clase reina. Márquez busca su tercer título e igualar a ‘El Marciano’. Si lo logra, demostrará ser un extraterrestre de las dos ruedas.