Maverick Viñales llega al Circuito de Le Mans, lugar donde ganó por primera vez un Gran Premio en su año de debut en el Mundial. Vuelve a un recorrido que nunca se le ha dado mal, de las tres veces que rodó como piloto de 125cc consiguió dos victorias (2011 y 2013) y una caída (2012) y el año pasado, como piloto de la categoría intermedia, quedó cuarto, a casi un segundo de Esteve Rabat. 

Después de puntuar en el Gran Premio de España, al de Suzuki Ecstar le motiva correr en el trazado galo: "Para mi, ir a Le Mans es positivo, me gusta este circuito y confío en que me encontraré cómodo rápidamente". Le Mans ya no tiene secretos para el piloto, son ya cuatro los años en los que Maverick Viñales ha completado vueltas en este trazado: "Este circuito es estrecho con curvas suaves, lo que significa que debes frenar después y ser tan eficaz como te sea posible en los giros para tener una buena velocidad a la salida". 

"Las mejoras que hemos hecho en los recientes test de Jerez me han dado esperanza", ha comentado el piloto sobre la evolución y los cambios que han ido haciendo en la moto desde la última cita mundialista. Han sido varios los factores que han conllevado a la mejora de sensaciones: "La electrónica y la nueva puesta a punto han demostrado su efectividad, tanto en los tiempos por vuelta como en mi confianza a la hora de pilotar”.