Con un título mundial de por medio todo minuto cuenta. Que se lo digan a Jorge Lorenzo, que vio como Valentino Rossi le quitó la tercera plaza y con ello la primera línea en el último segundo del clasificatorio. Está tan reñida la lucha mundialista que quedan separados por tan sólo once milésimas. Pequeña diferencia que se peleará en carrera, la misma que decidirá el devenir de la última batalla.

"Durante el cuarto libre y el clasificatorio tuvimos grandes problemas con los frenos"

Lorenzo, además de perder una primera línea que necesita, perdió además una pequeña victoria con el italiano, quedando por detrás de él cuando lo normal en la sesión clasificatoria es lo contrario. Parte de culpa la tuvieron los frenos, con los que se peleó durante toda la prueba: "Durante el cuarto libre y el clasificatorio tuvimos grandes problemas con los frenos, cuando llegué a la curva cuatro no podía frenar, la potencia del freno llegaba de repente a mitad, no fui capaz de frenar en la primera parte y no podía parar a menos que lo hiciera de forma muy agresiva, fue el principal problema de esta tarde".

Conoció el mallorquín de nuevo la mala suerte, un factor con el que ha contado poco esta temporada. Condición que no puede permitirse frente al nivel de sus rivales. Este hándicap le contuvo hoy y deberá de resolverlo mañana: "En cada frenada perdía mucho y era incapaz de recuperar en aceleración lo que perdía en la frenada".

Es lo que necesita para plantar cara a Valentino, para regalar otro tú a tú en la que está siendo la mayor épica de los últimos tiempos. Ceder en la jornada de hoy ha sido un duro golpe y conoce de la importancia de la situación: "Fue una lástima perder la primera fila, pero creo que si resolvemos este problema podemos ser competitivos para la carrera". Lorenzo aún tiene esperanza y para él queda el último libre, donde rodó dos décimas más rápido que en la lucha por la pole. A su favor cuenta con el ritmo y tirará de él para llegar esperanzado a Valencia.