La temporada 2015 pasará para siempre a la historia del motociclismo. Está siendo uno de los títulos más disputados de los últimos años, con carreras épicas, bellas, únicas, como la de Phillip Island. Momentos así quedarán para siempre clavados en nuestra retina. Para deleitarnos. Y si era poca la tensión, ya así, Sepang desató aún más tormenta. La peor de todas. Tanto, que la organización decidió suspender la rueda prensa para establecer una reunión con los pilotos, y así sembrar la paz. No ha reinado el silencio, pues los pilotos declararon igualmente desde el hospitality.

Todos los focos fueron a parar a los pilotos Yamaha, cabía de esperar. Para ellos es el todo o nada.  Se juegan el mundial. Y qué mundial. Comenzó hablando Jorge Lorenzo, reiterando en varias ocasiones que su actitud en pista será la misma después de la resolución del TAS. Valentino Rossi saldrá último en la carrera del domingo, pero el mallorquín defiende que no varía en su propia estrategia: "Que Valentino salga último el domingo seguramente pueda afectar en sus opciones al mundial. Es más complicado salir último que en primera fila, pero la verdad es que eso varia muy poco mi estrategia, que es intentar ir lo más rápido posible ya no sólo en carrera sino también a partir de mañana".

Ese es el estilo que hemos visto en Lorenzo todo el año. Sus victorias las consigue a base de martillo. Así vemos su mejor versión. Por eso se mantiene inquebrantable, pese las circunstancias en las que se debate y antecedentes anteriores en Valencia: "Durante la carrera veré un poco como van las cosas y decidiré un poco más la estrategia a seguir. Pero normalmente mi estrategia es siempre dar el máximo de mí mismo en todas las vueltas e ir lo más rápido posible".

No quiso olvidarse de pedir perdón a la afición, disculpándose por el gesto que realizó en el podio del Gran Premio de Malasia: "No tenía que haber hecho ese gesto, me equivoqué. No es un gesto deportivo ni un buen ejemplo para la gente que está viendo el deporte en la televisión, sobre todo para los jóvenes y pido perdón". Se acordó también de su equipo, al que agradeció públicamente su trato de todos estos años, defendiendo a su vez que, independientemente de quien gane este año, no habrá separación de muro en el futuro.

No sintió la presión el mallorquín, o al menos eso quiso aparentar, asegurando que, de no ganar el título, no pasaría nada. Explicó que seguiría haciendo lo que más le gusta, competir en moto: "Si no lo consigo no pasa nada, seguiré haciendo lo que me gusta". A lo que agregó: "Como dije en su día si ahora me retirase y no consiguiese el título, me podría ir de aquí tranquilo", haciendo referencia a todos los títulos conseguidos hasta la fecha. Insistió también en que no parte como el favorito, no se ve a sí mismo así. Dio importancia a los siete puntos de ventaja de Valentino, así como en el hecho de que nunca logró adelantarlo en la general: "Tenemos más que ganar que perder". De ganar el mundial, lo tiene caro: "Un regalo trabajado". 

Más pesimista se mostró Valentino Rossi. Declaró incluso que le han impedido luchar por su soñado décimo título mundial: "Mi sueño era poder luchar por mi décimo título mundial y ahora, por desgracia, he perdido esa oportunidad. Una oportunidad que he ido construyendo toda la temporada e incluso antes". Así de tajante se mostró. Piensa que, el que pudiera haber sido su mayor reto, ha quedado ensombrecido: "Lo hubiera sido partiendo desde una posición normal de parrilla, partiendo el último no sé qué pensar. No dependerá sólo de mí".

La resolución del TAS, por la que tendrá que salir último, es un golpe duro de cara a la carrera. Aunque bastantes pilotos defienden que podrá remontar y sumarse a la cabeza, lo tendrá difícil para pasar a los pilotos punteros. También se manifestó en este aspecto: "Empezar desde el final del todo lo hace más difícil, ya era difícil antes, pero ahora lo hace todavía más duro. Yo lo intentaré, pero ya veremos cómo va. Ahora debo concentrarme. No hay que pensar en la estrategia a seguir, hay que ser rápidos, muy rápidos, e intentar adelantar a todo aquel que se ponga por delante lo más rápido posible".

Dar el máximo desde el principio a fin será la tónica del italiano. No puede hacer otra cosa para llegar arriba, reiterando el hecho de que no puede seguir una estrategia, siendo uno de los pilotos que mejor sabe adaptarse a nuevos factores en carrera: "Es difícil preparar una estrategia, hay que trabajar en los entrenamientos y tener buen ritmo, la carrera es larga y si empiezas el último corres muchos más riesgos". Y añadió: "Necesito saber cuál es mi potencial, escoger buenos neumáticos, tratar de ir avanzando posiciones y recuperar puestos el domingo".

Respecto a Sepang, como al resto de pilotos, la FIM "aconsejó" no manifestarse. Al menos en exceso, siendo una cuestión inevitable. Respecto a este suceso, respondió lo siguiente: "Creo que no me quedó ninguna opción de hacer lo que hice. Me arrepiento de no haber seguido mi trayectoria en aquella curva y seguir recto, pero de nada más". También habló del futuro, muy en boca estos días: "El próximo año voy a correr, tengo un contrato con Yamaha que cumpliré". Pero lo dejó un poco en el aire: "A lo largo del próximo año cambiarán muchas cosas. Cambiarán los neumáticos, la electrónica... las motos que vamos a pilotar van a ser diferentes y en ese sentido va a ser un desafío aún mayor, tengo que ver mi nivel. A ver qué pasa". En 2006 se jugó también el título en Valencia. Fue con Nicky Hayden y saliendo desde la pole se cayó. Perdió así el mundial. Este título pretende ganarlo a la inversa: saliendo último y venciendo. Como dicen ambos, no hay nada escrito.