"He dado todo lo que tenía desde el principio hasta el final", palabra de petancampeón del mundo. Es lo que se ha proclamado Jorge Lorenzo hoy al conseguir su quinto título mundial de la mejor forma posible, con victoria. No tuvo rival en todo el Gran Premio de Valencia, ganándolo todo. Es la actitud del que quiere volar a lo más alto, como hizo con su Yamaha para tocar el cielo.

Lo tocó. En el sentido más poético. Era mucha la presión, mucho lo que se jugaba y con quién se lo jubaba. Las Honda eran fuertes y estaban al acecho, como una sombra que no dejaba al mallorquín ni relajarse un poco. Y no lo hizo porque dio todo lo que tenía hasta que cruzó la línea de cuadros. Fue el más rápido. Nadie pudo toserle ni pasarle. Se cumplió la estrategia planeada. Pero, pese a su dominio, no fue fácil: "Ha sido una de las carreras más duras, por no decir la más, de mi vida. Había mucha presión y mucha tensión desde la primera curva pero he intentado ir al límite como hago habitualmente".

Fueron clave las primeras vueltas como dejaron entrever los pilotos ayer. Allí quería Lorenzo marcar la diferencia y lo hizo. No se logró escapar, pero sí imponer su ritmo: "En las primeras vueltas con el neumático nuevo he hecho todo lo que podía. Luego he tenido algunos problemas con el neumático trasero, especialmente el lado derecho así que la moto se ha empezado a mover bastante. Ha sido complicado mantener buenos ritmos, era difícil ver la pizarra en la mitad de las vueltas". 

Su historia es la de aquél que perdió la batalla pero ganó la guerra. Mostró su mejor versión hasta el final. Lo dio todo. Por eso cuando vio a las Honda acercarse en la resolución de la carrera hizo de tripas corazón para dar el último impulso, el definitivo: "He podido ver como Marc y Dani recuperaban así que me he dicho a mí mismo que tenía que seguir empujando al máximo. El esfuerzo ha sido enorme y ahora puedo decir que soy cinco veces campeón del mundo, tres en MotoGP". 

Más que decirlo puede gritarlo. Se lo ha ganado a pulso. Como ha hecho con cada título de su carrera. Encontrando la fe en las situaciones más difíciles. Batiendo a campeones mundiales que, más que asustarle, le daban más ganas de crecer. El resultado, lo dice él mismo: "Es increíble y tenemos que disfrutarlo esta tarde, esta noche, esta semana. Esto es complicado de conseguir y será difícil repetirlo". Será difícil, no imposible. Hoy lo ha dejado claro. Jorge Lorenzo, el espíritu rebelde que hoy se ha proclamado pentacampeón del mundo.