Las relaciones dentro del pequeño e intenso paddock del Mundial de MotoGP no distan tanto respecto a la vida real. Todos luchan por lo mismo, ya sea un equipo, un patrocinador o un piloto, que es ser el mejor de su categoría, y es que, aunque digan que hay pilotos de pago, realmente hay cosas que el dinero no puede comprar. Con esto queremos decir que una buena ayuda económica puede ayudar a cumplir sueños realidad, pero realmente tu esfuerzo y trabajo será recompensado y no por un puñado de billetes.

Tan solo un segundo basta para pasar de la felicidad total a la desesperación más extrema. De tener tu objetivo a punto de alcanzarse a verte en la parte de atrás luchando. Porque en un día puede llover, hacer sol o granizar, pero la batalla por tus objetivos persiste por encima de todos los obstáculos que te encuentres. Una simple llamada puede cambiar el transcurso de las cosas, ver como todo se hace más ameno o más fácil de caminar por una senda donde las espinas se clavan cada vez más.

Este año, en el Mundial de MotoGP hemos tenido el claro ejemplo de como las relaciones más idílicas se venían a menos. Donde había acuerdos de trance o incluso cambios que aunque realmente no fuera a favor de una de las personas implicadas, pero el karma hizo acto de presencia. Aunque no era este último el que hacia acto de presencia, sino el trabajo bien hecho. Hemos visto por ejemplo como hubo relaciones de conveniencia o mejor dicho una especie de acuerdos con fines comerciales, pero realmente, en un mundo tan ajustado, los amigos se cuentan con los dedos de las manos, da igual si es tu ídolo, o tu mayor rival, todo tiene su antes y su después, cosa que marcará un punto de inflexión en las relaciones.

La avaricia rompe el saco

Igual que sucede en la vida real, en nuestro día a día, hay gente que necesita encontrar y aumentar su riqueza, pero cuando haces alguna cosa mal se carga todo lo que haya por delante, ya sea por motivos laborales o por cualquier otro motivo. Si te pillan con las manos en la masa, no tienes nada que hacer. Este año, en el Mundial en ese sentido hemos tenido varios casos, desde patrocinadores a propietarios de equipos. Por ello vamos a recordar en los siguientes párrafos todo lo que sucedió, porque si hay algo que no se puede evitar en pleno siglo XXI, es que la información no se haga pública.

En el primero de los casos nos tocaría hacer un viaje al pasado hasta 2014. En esta ocasión lo peor de todo no fue que no se pagara lo que pedían o tenían acordado, sino que fue que jugaran con un acto benéfico. Sin duda estamos hablando del caso de CWM y LCR Honda. Pongámonos en situación, allá por noviembre de 2014, Oscar Haró hizo una bonita iniciativa solidaria, donde subastaba un casco firmado por grandes estrellas del motociclismo presente y pasado, donde todo el dinero sacado de la subasta iría a la Asociación Española Contra el Cáncer y a Riders For Health. Finalmente era el patrocinador principal de CWM LCR Honda, CWM World, quien se hacía con el casco por un valor superior a los 250.000 euros, pero realmente no ha llegado la cantidad a las asociaciones. Esto no fue nada comparado con lo vino después.

Con el paso de los días, se hacía publico que habían sido detenidos trece trabajadores de la empresa en la oficina de Londres, la peor pesadilla de LCR Honda se hacia realidad. Fueron acusados de prevaricación, falsedad documental y lavado de dinero, mientras tanto en el equipo de Lucio Cechinello todos temían por su inversión económica, pero finalmente fue en la recta final del mundial donde se hizo oficial su desvinculación y el equipo pasó a tener a Castrol de patrocinador oficial.

Pero durante este año no ha sido el único caso de corrupción que ha salpicado duramente a una de las categorías más bonitas de la competición. El segundo caso ha sido el de Forward Racing, y el primero que se puede considerar interno. El propietario del equipo italiano fue detenido a mediado mes de Julio en Suiza, acusado de blanqueo de capitales, sobornos y presunta corrupción. El problema no fue que le detuvieran, sino todo lo que trajo consigo.

El calvario en el equipo llegó cuando desde el juzgado que instruía el caso mandaba la orden de bloquear todas las cuentas rápidamente, cosa que hizo que el equipo se quedara sin presupuesto. Ese hecho se vio reflejado en que la escuadra italiana se perdía la prueba de Indianapolis y los patrocinadores se marcharon. Por una parte, Stefan Bradl llegó a un acuerdo para finalizar la temporada con Aprilia, que necesitaba a un piloto tras la marcha de Melandri.

Pero no fue la única baja del equipo. Los italianos llegaron a un acuerdo con Toni Elias para finalizar la temporada 2015 de MotoGP y seguramente la última que estén en la categoría reina por el momento, ya que no disponen del capital suficiente ni cuentan con el apoyo de Yamaha para los motores. Por otro lado, se han podido garantizar su permanencia en Moto2 con la ayuda de la VR 46 Riders Academy, ya que contarán con Luca Marini y Lorenzo Baldassarri, tras la salida de Simone Corsi del equipo.

Unos que vienen otros que se van

Si se pudiera definir de algún modo la temporada 2015, sería la de los cambios de equipo. En la categoría pequeña fue muy sonado el caso de Isaac Viñales. El piloto de Laglisse vio como el equipo le reemplazaba apostillando falta de resultados, pero fue una salida bastante sonada, ya que se acusaban de no cumplir el contrato en términos económicos. Por suerte el catalán llegó al RBA Racing Team, un equipo que dio un gran salto profesional con su llegada, que era sustituyendo a una lesionada Ana Carrasco. Cuando la murciana regresó, el equipo tuvo que decidir si seguir con su alineación principal o hacer un cambio, apostando por romper contrato con Niklas Ajo y seguir con Viñales.

Por otra parte en Moto2 habría que destacar la sonada salida del Tech3 de Ricky Cardús. Se especulaba de una forma muy extendida en el inmenso pero a la vez pequeño mundo del Mundial de motociclismo que realmente no era una salida de una forma tan amigable como dieron a entender desde un principio. Resulta que el equipo alegaba faltas de resultados por parte del piloto de Tiana, pero realmente habría que escuchar a la otra parte.

Esto último fue lo que se hizo en VAVEL el pasado fin de semana donde se habló largo y tendido sobre varios aspectos, pero se hizo especial hincapié a sus palabras sobre ese tema. Según el propio piloto, la relación en el equipo no era tan idílica como querían hacer ver. Pero fuera de batallas entre el equipo y piloto, y hay que mirar a Cardús. El español llegó a JP Moto, donde sobre una complicada Suter y en unas condiciones donde las manos del piloto eran fundamentales, es decir, su pilotaje logró un sexto puesto en Motegi.

Acuerdos comerciales que no van a más

Negar que el Mundial de MotoGP no es un negocio, es negar la evidencia. La élite del motociclismo mueve grandes cantidades de dinero, pero cuando se mezcla el hambre de hacer negocio con una imagen como reclamo publicitario y esa imagen que cambia de opinión y tiene ganas de competir, el coctel que se crea es una bomba de relojería.

Sin duda estamos hablando de Casey Stoner y HRC. Tras la baja forzada de Dani Pedrosa por síndrome compartimental, el piloto australiano comenzaba a dar síntomas de querer volver a la competición, aunque fuera sustituyendo al catalán. Esas sensaciones públicas fueron a más poco a poco a medida que pasaba el tiempo, donde jugaba con la prensa, pero finalmente estalló todo.

Resulta que el 27 se interesó en sustituir a Dani Pedrosa, cosa que se lo hizo saber al propio equipo y la respuesta de este fue negativa. El motivo dado fue más que nada que no tenían tiempo suficiente para prepararlo, pero como era de esperar, la respuesta de Stoner no tardaría en llegar. El aussie aprovechó su presencia en las redes sociales, para decir que era cosa del equipo que no le dejaron competir. Situación que fue a más y optó finalmente por regresar a su gran casa que no era si no, Ducati, donde se está especulando que habrá algún Wild Card por el camino en 2016, haciendo realidad el sueño de todo aficionado de las dos ruedas, volver al australiano encima de una moto compitiendo.

Sepang un punto de inflexión

Por último, era evidente que uno de los momentos de máxima tensión en esta temporada ha sido sin duda la cita del Gran Premio de Sepang y por ello y no es por recordar el pasado, obviamente debemos de comentar lo sucedido y todo lo que ha conllevado ese instante, que sin duda marcaría un antes y un después en la historia del Mundial.

La tensión entre Valentino Rossi y Marc Márquez ya venía desde Argentina 2015 (hay quien dice que viene todavía de más atrás cuando el de Cervera le adelantó emulando a Stoner en el Sacacorchos de Laguna Seca). En esta ocasión, la mala elección de compuestos, hizo que el español fuera perdiendo terreno hasta que Rossi le adelantó y tuvieron un fugaz mano a mano, yéndose el de Honda al suelo, tras tocar la rueda trasera del de Yamaha.

En Assen, la lucha por la primera plaza entre dos de los más grandes que ha visto la categoría reina, fue hasta tal punto que se decidió todo en la última curva, donde el italiano tuvo que irse por la hierba por falta de hueco y venció la carrera. Eso hizo que el ambiente se caldeara más, pero Phillip Island marcó un antes y un después.

En Australia se pudo vivir la carrera del siglo. Uno de los trazados más veloces y más bonitos de todo el Mundial, con unas vistas preciosas rodeados del mar, era un enclave idónea para una bonita carrera. Emoción, pilotaje, pero sobre todo espectáculo sobre la pista, eso fue lo que dieron a todos los allí presentes y a los que lo veían desde el sofá de su casa, pasando por otras situaciones.

Pero Sepang fue el principio del fín, Rossi cargó duramente contra Márquez, haciendo una estrategia rebote que no dio resultado. Al de Cervera y a Lorenzo, si debes de atacar no dudes que solamente hablarán en la pista. Ambos pilotos son los que mejor controlan la guerra psicológica y se pudo comprobar en Valencia en el lenguaje no verbal, pero no adelantemos acontecimientos. Tras eso, el domingo en carrera se reencontraron, y la acción del italiano (que no comentaremos porque ya fue viral y no hace falta recordarla) pasó a la historia.

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En Valencia con un recurso interpuesto ante el TAS por parte del 46 que no dio el resultado esperado y una jornada de reuniones previas, donde la tensión se podía cortar con tan solo rozar el fino hilo que la sostenía, el italiano partía último y acababa cuarto, con un Jorge Lorenzo que venció y se consagró con el tercer título del mundial de MotoGP.

Hemos vivido un Mundial plagada de emociones, de luchas feroces en pista, de adelantamientos imposibles y sobre todo de persecuciones por un sueño que se haría realidad finalmente para el elegido. Mientras sigamos disfrutando del apasionante mundo de las dos ruedas y de la velocidad, entrando en un mundo de pasión y es que por muchos altibajos que tengamos, todo volverá a la normalidad. Dicen que el tiempo lo cura todo, que el trabajo bien hecho se premia, aunque no sea realmente como uno se puede esperar, pero ante todo, no se debe dejar de soñar.