Jorge Lorenzo estaba siendo el piloto más rápido del campeonato, pero no el más regular. Eso quedaba en manos de Valentino Rossi. El italiano no solo ganó tres carreras en las once primeras, sino que logró estar en el podio en todas ellas. 25, 20 ó 16 puntos. Su botín en los Grandes Premios. Siempre entre los mejores. Un hecho que le permitió liderar el campeonato desde la prueba de Qatar.

Llegó Brno y la primera opción real de Lorenzo de alcanzar el liderato. Cierto que Márquez había ganado las dos últimas carreras y soñaba con la remontada, pero también el balear finalizó por delante de Rossi en Indianápolis, dejando la diferencia en solo nueve puntos. Le bastaba con ganar y colocar a otro piloto entre él y su compañero de equipo para tomar el mando del campeonato.

Desde el primer momento demostró que aterrizó en la República Checa para ser el nuevo líder. Dominó los libres y aprovechó los infortunios de sus rivales. Márquez, Rossi y Pedrosa cayeron en los libres, mientras él acumulaba los mejores registros. También voló el sábado y se hizo con la pole, aunque esta vez Rossi clasificó también en primera fila.

Lorenzo impuso un fuerte ritmo desde el inicio | Foto: Movistar Yamaha MotoGP.
Lorenzo impuso un fuerte ritmo desde el inicio | Foto: Movistar Yamaha MotoGP.

Se esperaba un duelo a tres. Las dos Yamaha contra Márquez, que no podría contar con la ayuda de Pedrosa, mermado físicamente tras la dura caída del viernes. Sin embargo, Lorenzo se encargó rápido de disipar todas las dudas sobre su superioridad. Se apagó el semáforo y arrancó como siempre. Sin nadie por delante, impuso un ritmo infernal al que solo pudo seguir Márquez. Solo hasta el ecuador de la prueba. El 93 se conformó con la segunda plaza para seguir soñando con el título.

Un título que se puso al alcance de Jorge Lorenzo. Consiguió recortar los nueve puntos que le separaba de Rossi -tercero en tierra de nadie- y auparse a lo más alto de la general al haber ganado más carreras. Las cuatro martillazos de Jerez, Le Mans, Mugello y Montmeló, sumados al de Brno, sirvieron para tener nuevo líder. Quedaba un último tercio de campeonato apasionante. Las dos Yamaha igualadas a puntos con Márquez recortando a marchas forzadas. En Valencia solo podía quedar uno.