La temporada 2016 empezó con un gran aliciente: ver si Valentino Rossi puede conquistar el título tras perderlo en la última carrera de Valencia. Durante la pretemporada siempre estuvo por detrás de Lorenzo, pero al llegar a Qatar el italiano quiso marcar terreno a las primeras de cambio. No pudo batir a Lorenzo, pero quedó segundo a solo dos décimas del español.

El 46 es ir siempre de menos a más durante el Gran Premio y empezar un fin de semana tan arriba es un buen síntoma. Como en el caso de Lorenzo, Rossi no solo fue capaz de cerrar un buen giro, sino que tiene un vuelta a vuelta envidiable. Es cierto que está unas décimas por debajo de su compañero, aunque no es un problema para Vale. El año pasado ya que el lastre de los entrenamientos los solventaba cuando se apagaba el semáforo.

Como no podía ser de otra manera, Rossi se mostró más que satisfecho con el rendimiento mostrado en Losail: "La primera sesión de entrenamientos fue positiva y estoy satisfecho. Fue una manera fuerte de empezar la temporada. La segunda plaza es buena y los tiempos de vueltas no son malos. He rodado en los 1:55 y el ritmo de carrera bastante bueno".

Foto: Movistar Yamaha MotoGP
Foto: Movistar Yamaha MotoGP

Para Rossi, la clave de su buen rendimiento fueron los últimos test de Qatar, donde encontraron una buena base con la que arrancar el fin de semana. "Hemos empezado a trabajar con lo que hicimos en los test. Esto significa que hicimos un buen trabajo durante la pretemporada y empezamos con una buena base, aunque tenemos que mantenernos concentrados", dijo el italiano.

A pesar de las buenas sensaciones, Rossi no se conforma con lo realizado y espera seguir mejorando con el paso de las sesiones. "Las condiciones del trazado cambian mucho cada sesión y junto al equipo tenemos que hacer un buen trabajo para estar preparados cuando el agarre mejore. Intenraré mejorar las sensaciones y también tomar la decisión correcta con los neumáticos".

Rossi empieza el Gran Premio como pocas veces hizo los últimos años. Todo una declaración de intenciones. Tiene ganas, muchas ganas, y el favoritismo de Lorenzo puede verse superado por la ambición del mejor piloto de la historia.