Ya hace dos meses desde que KTM diese el pistoletazo de salida en Jerez, a los test de prueba previos a su incorporación al Campeonato del Mundo de MotoGP para la próxima campaña. En esta ocasión, una nueva bala la han disparado en el circuito de Brno, que se ha encargado de acoger una nueva tanda de entrenamientos para la marca austriaca,  que participará en la última prueba del campeonato que se celebra en Valencia, como wild-card al igual que lo hizo Suzuki en 2014.

Pese a que las condiciones meteorológicas con las que la marca se ha encontrado en su llegada, no eran favorables debido a las bajas temperaturas que han afectado al progreso y desarrollo de la KTM RC16, Mika Kallio y Randy de Puniet no obstante, han intentado exprimir al máximo estos dos últimos días de trabajo con el fin de cumplir el programa para estas dos jornadas, pese tener que pasar una de ellas en el box, sin poder salir a rodar a pista.

Puesto que claramente salta a la vista de cualquiera que en esta temporada los neumáticos y la nueva electrónica son el principal quebradero de cabeza para los equipos que ya compiten en el Mundial, el director técnico de KTM, Sebastian Risse, ha afirmado que están trabajando en ello pero cree que necesitan unas condiciones más favorables, con el fin de comprender mejor dónde se encuentran: "Nos estamos centrando en la electrónica y las sensaciones con los neumáticos. Ahora necesitamos un circuito con las condiciones ideales para descubrir qué necesitamos para ser constantes y rápidos".

Además, asegura que debido a las condiciones con las que se han encontrado, no han sido capaces de probar todo aquello que en un principio tenían en mente y por lo tanto, deberán fiarse de la opinión de sus pilotos: "Todavía tenemos que probar muchas cosas de nuestro programa porque no hemos tenido condiciones soleadas. Esto significa que debemos escuchar a nuestros pilotos y sus prioridades".

Foto: KTM
Foto: KTM

Por su parte, Mika Kallio, y pese a las dificultades del tiempo, cree que pueden salir de Brno satisfechos con su trabajo: "Podemos estar satisfechos con el progreso realizado en este test. Hemos ajustado nuestro programa debido a la meteorología y hemos probado algunas cosas en términos de ergonomía así como en el motor y en los mapas".

"Desgraciadamente, temperaturas tan bajas no son buenas para el agarre pero ahora tenemos un plan claro para el próximo test y sabemos qué tenemos que mejorar", concluyó.

La marca austriaca continuará con el trabajo la próxima semana para llegar al inicio del próximo Mundial en la mejor forma posible, donde dará el salto a la categoría reina para la que hasta el momento, han confirmado como piloto a Bradley Smith, que se presentará junto a su compañero, todavía en el aire, el próximo 14 de agosto en el Gran Premio de Austria.