Mugello ha sido invadido por el rojo. Iannone ha tirado de orgullo y ha dominado el primer día de entrenamientos libres, siendo el más rápido en el gran premio de casa, ante los suyos. Fue competitivo desde la primera vuelta, quizás en una declaración de intenciones, no siendo renovado por Ducati, la marca con la que corre actualmente, y siendo fichado por Suzuki.
Logró ser el más rápido, con un crono de 1:47.696, pero también consiguió para sí la velocidad máxima, encontrándose la Ducati en la mítica San Donato. Así, el italiano lo tiene claro: "Estoy feliz porque aquí en Mugello corremos en casa y es una carrera muy importante para nosotros; por lo tanto tenemos que aprovechar al máximo nuestro potencial".
Por ahora va cumpliendo el objetivo, aunque tenga que lidiar a pesar del resultado con varios problemas en la moto: "Tenemos un poco menos de agarre en la parte trasera que en el test que tuvimos recientemente aquí y sobre todo al principio de mis sensaciones no eran tan buenas". Como siempre, la solución se encontraba en pista. No lo dudó y comenzó a acumular giros hasta dar con la tecla: "A fuerza de rodar, encontré una mejor sensación y pude forzar al máximo. Al final tuve fue una vuelta muy positiva".
El ataque certero que ha mostrado Iannone hoy en Mugello podría dar, por qué no, la primera victoria a la casa italiana. Viene demandándola y sería recibida con los brazos abiertos, además firmaría así la mejor contestación posible sobre su decisión de futuro. Con los pies en la tierra, el italiano aún reconoce existir margen de mejora: "Mañana tenemos que seguir mejorando en algunos aspectos, ya sabemos cuáles son". De hacerlo, quizás entonaría el himno italiano.