Las seis primeras carreras del Mundial han sido de lo más difíciles para Ducati. La marca italiana, que afrontaba el inicio de campeonato con el optimismo por las nubes con el buen rendimiento de la Desmosedici GP en invierno, ha visto como, por varios factores, sus resultados por el momento no son los deseados. Andrea Iannone, a pesar de sus dos podios, está noveno en la general, con 41 puntos, mientras que Dovizioso está dos puestos por detrás, con 34.
A este irregular rendimiento se le une el fichaje de Jorge Lorenzo, que supuso que uno de los dos pilotos de la alineación actual de Ducati debía buscarse un nuevo asiento en la parrilla para el año que viene. Hechos como el de Argentina, donde Iannone se llevó puesto a Dovizioso en la penúltima curva de la última vuelta de la carrera, fue la demostración de la pelea interna que vivían los dos pilotos.
Finalmente, el elegido para acompañar a Lorenzo en su nueva aventura en Ducati fue Dovizioso, a pesar que su rendimiento esta temporada está lejos de donde debería. El quinto puesto cosechado en Mugello es su mejor resultado desde Catar, donde logró subir al podio siendo segundo por detrás de Lorenzo. Varias caídas, algunas provocadas por otros pilotos y otras por errores propios y algún que otro fallo técnico como el que sufrió en Jerez, han lastrado sus aspiracions. A pesar de ello, el fin de semana en Mugello le permitió asomarse a las posiciones delanteras de nuevo, no sin sufrir el varapalo de quedar eliminado en la Q1 el sábado.
Con este panorama, el campeonato llega a Montmeló, donde se celebrará la séptima carrera del Mundial. Para Dovi, el trazado catalán es especial. "El circuito de Montmeló es de los mejores del mundo y estoy encantado de correr allí este fin de semana", reconoce el que será compañero de box de Jorge Lorenzo la temporada que viene. Halagos a parte, Dovizioso ve en los neumáticos una de las claves del fin de semana. "Resultará crucial conocer cómo se comportan lo neumáticos en un trazado tan exigente como este", afirma el piloto de Ducati.
A pesar del difícil inicio de campeonato, Dovi se muestra confiado en sí mismo, aunque reconoce que deben seguir mejorando. "Mis sensaciones sobre la Desmosedici GP están siendo muy buenas, pero todavía tenemos que mejorar en algunos apartados", confiesa el italiano. De hecho, el piloto tiene en mente cual es el problema principal a mejorar de cara al futuro. "Siempre somos rápidos en entrenamientos, pero después en carrera parece que no podamos luchar por la victoria", reflexiona.