Jorge Lorenzo no se ha encontrado como durante todo el fin de semana. Hoy ha acabado décimo en una carrera donde la lluvia ha sido la protagonista. No ha sabido adaptarse al asfalto mojado, sobre el que ha dicho que “es como pilotar sobre hielo, sobre todo cuando nos falta grip delante, que es lo que nos ha pasado durante este fin de semana”. Al final ha acabado décimo en una prueba en la que solo trece pilotos han pasado por la bandera a cuadros. Los resultados podrían haber sido peores, ya que en  la primera carrera, antes de que la Dirección de Carrera decidiera suspender la prueba por las malas condiciones, marchaba último en la clasificación.

Tras bajarse de la moto, la primeras palabras del piloto mallorquín han sido para sus rivales por el título de MotoGP. Sobre su compañero de equipo, Valentino Rossi, ha asegurado que ha acabado mejor que él, ya que el italiano no ha podido finalizar la carrera, mientras que ha alabado la actuación del actual líder del mundial, Marc Márquez, sobre quien ha expresado que “ha sabido guardar los muebles”. A su vez, también ha tenido unas palabras de reconocimiento para Jack Miller, que se ha llevado la primera victoria de su carrera en MotoGP y para su propia actuación, sobre la que ha añadido que se lleva seis puntos muy importantes a final de temporada.

No obstante, se ha mostrado optimista, ya que ha reconocido que sus sensaciones sobre su Yamaha han sido mejores en la segunda manga y que, de cara al campeonato, tienen la misma distancia que en Le Mans, donde fue capaz de ir reduciendo los puntos de diferencia con respecto al líder del mundial.

También ha criticado el neumático delantero de Michelín, sobre el que ha dicho que era “demasiado duro”. Hecho que, según sus palabras, ha hecho imposible mejorar los ritmos durante el fin de semana.

Para el próximo Gran Premio, que se disputará en el circuito alemán de Sachsenring, ha destacado la incertidumbre de toda la parrilla ante los neumáticos. Este hecho, según Lorenzo, es algo “normal”, ya que Michelin llevaba siete años alejada del mundo de MotoGP y las máquinas que se han encontrado son distintas. “Quizás les ha pillado por sorpresa. Unas motos más potentes, más pesadas y con menos electrónica”, manifestaba el vigente campeón del mundo, que tendrá que remontar en Sachsenring.