Valentino Rossi siempre dice lo que piensa. El piloto italiano no firmó una buena clasificación. Se vio envuelto en mitad del tráfico en su segundo intento y no pudo mejorar. A pesar de ello pudo terminar tercero y partir desde la primera línea. El nueve veces campeón del mundo reconoció que esta vez la fortuna le acompañó sin ningún tipo de tapujos. "Tuve suerte de estar en la primera línea. Desgraciadamente encontré tráfico con el segundo neumático y creo que podía mejorar dos o tres décimas. Es una pena porque podría haber acabado segundo, pero el tercero está bien", comentó.

Esa suerte que le está faltando este curso. Es un Rossi más rápido que años anteriores, pero más irregular. Y lo paga en la general: 42 puntos por detrás de Márquez. El de Yamaha quiere afrontar las vacaciones con una buena carrera y empezar a recortar las distancias. No es fácil, pues el 93 es el piloto a batir en este trazado: "Márquez es el que tiene más ritmo, después estamos Viñales, Iannone y yo. Aunque Pedrosa y Espargaró tampoco van mal".

Otro problema con el que se puede encontrar Rossi es que las temperaturas bajen drásticamente. Ya se vio en la jornada del viernes que la Yamaha no funciona con el frío y la marca japonesa fue incapaz de colocar una de sus motos entre los diez primeros. "Lo peor sería que hiciera frío pero no lloviera. Si eso pasa estamos en la mierda porque no sabemos cómo hacer trabajar el neumático delantero, que para nosotros es demasiado duro", dijo sin tapujos.

Como no podía ser de otra manera, Rossi fue preguntado por el mal fin de semana de su compañero de equipo. Jorge Lorenzo tuvo que pasar por Q1 por primera vez desde que se instauró el sistema. Ahí cayó, pero también lo hizo en Q2 y arrancará undécimo. A pesar de las malas sensaciones, el italiano no se fía de él: "Todos conocemos la calidad de Lorenzo. Puede que esté sufriendo un poco, pero es capaz de despertar de golpe y hacer una gran carrera".