Pol Espargaró, nacido en Granollers (Barcelona), en 1991, está disputando este año su tercera temporada en la categoría reina del mundial de motociclismo. El catalán llegó en 2014 con un contrato oficial de Yamaha, para ser piloto de la escudería satélite de la marca japonesa. Desde entonces ha formado parte del equipo de Hervè Poncharal, el Monster Yamaha Tech 3, consiguiendo dos cuartos como sus mejores resultados.

Sin embargo, en este 2016 ha arrancado con más fuerza que nunca. Se encuentra en la sexta posición de la clasificación general, con 72 puntos, a 11 del quinto clasificado, Maverick Viñales, y con 7 de ventaja sobre Héctor Barberá. Esto ha sido gracias a su regularidad, ya que, hasta el último Gran Premio de Alemania, había puntuado en todas las citas del calendario, consiguiendo su mejor clasificación en Assen, donde terminó cuarto.

A diferencia de las dos temporadas previas, donde a estas alturas ya sumaba dos ceros, el pequeño de los Espargaró ha conseguido mantenerse regularmente en el top 7, sumando cinco puntos más que en 2014 y ocho más que el año pasado. Esto no es solo un paso adelante en cuanto a números, sino que además es una inyección de moral para un piloto que ha visto como el sitio para el que parecía estar preparándose, en el equipo oficial de Yamaha, ha sido ocupado por Maverick Viñales.

El fichaje de Viñales como piloto oficial de la marca japonesa dejaba a Pol en una situación muy complicada. Seguir esperando para dar el salto a la montura oficial le habría dejado estancado como piloto satélite, mientras que las opciones en otros equipos empezaban a cerrarse. Sin embargo, la situación no parece haberle afectado, sino que le he empujado a demostrar su valía.

Espargaró ha conseguido superar el golpe de tener que buscarse un futuro fuera de la marca de los diapasones, como piloto oficial de KTM, para seguir progresando y consiguiendo mejorar sus resultados previos. A pesar de no haber llegado a pisar el podio, algo que su compañero Bradley Smith sí consiguió la temporada pasada en Misano, el de Granollers no se rinde. Continúa siguiendo una línea ascendente que tiene como objetivo subirse al podio en alguna de las nueve carreras que quedan por disputarse.

El mejor piloto privado

Todos estos números le llevan a encabezar, desde la primera carrera de Qatar, la clasificación de pilotos privados. A pesar de haber perdido gran parte de su ventaja sobre Barberá por culpa de la caída que sufrió en el último Gran Premio de Alemania, Espargaró sigue siendo el que más puntos ha sumado. Esto le convierte en el tercer mejor piloto de Yamaha, además de llevar a su equipo, el Tech3, a ser el quinto mejor equipo tras los cuatro oficiales más fuertes.

Con estos resultados, el piloto de 25 años (recién cumplidos) se reivindica ante Yamaha, que ha dejado de contar con él, y da esperanzas a KTM, que ya ha demostrado tener una buena base para trabajar durante los últimos tests realizados. No será fácil pasar de ser el sexto mejor, a lomos de una moto que está muy en su sitio, a tener que desarrollar una montura que llega al campeonato con ganas de revolucionarlo. Pero, de momento, esto no es lo que pasa por la cabeza de un Pol Espargaró muy centrado en conseguir completar su mejor temporada hasta la fecha.