Valentino Rossi a día de hoy es, como mínimo, legado. Tiene en su haber, pues la ha firmado, una de las mejores historias que se han visto nunca sobre las dos ruedas. Así, es el único de la parrilla conocedor de lo que es correr en Austria. Vuelve 18 años después a Spielberg, una vuelta que espera esté a la altura de su estado actual, siendo mucho más rápido que el año pasado a pesar de no verse reflejado en los resultados. 

"Tengo muchas ganas de volver a la pista"

A 59 puntos del líder del mundial, Marc Márquez, y a 11 de Lorenzo, necesita dar la vuelta al marcador en una remontada que de conseguirse aumentaría, más si es posible, su leyenda. De ahí la toma de conciencia, centrado en entrenarse a fondo durante las vacaciones: "Ha sido una larga espera, he descansado mucho. He tenido algo de vacaciones pero también he seguido entrenando". Alma inquieta, asegura echar de menos la competición: "Ahora, definitivamente, tengo muchas ganas de volver a la pista y dar lo máximo en esta segunda mitad de temporada".

Para renovarse y cumplir objetivos también hace falta hacer balance, y eso precisamente hizo Rossi, donde las caídas de la presente campaña pesan sumadas a los dos podios que se le escaparon en las dos últimas carreras disputadas: "Hemos hecho grandes carreras hasta el momento pero algunas otras podrían haber sido mejores, aunque siempre hemos sido rápidos".

Austria sería un escenario ideal para volver a subir al cajón, pues fue allí donde estrenó su palmarés. Así son las sensaciones que le despierta: "El circuito austríaco es muy bonito y el test fue bastante bien. Las dos rectas largas no nos ayudan mucho pero durante el fin de semana tendremos tiempo de mejorar". Valentino entiende mucho de crecerse, dado siempre a establecer ese ritmo. Este año sorprendió siendo competitivo desde el principio y quizás repita en este gran premio, todo sea por cumplir lo prometido: "Daremos lo máximo para subir al podio".