Comienza una nueva etapa en el WRC (World Rally Car), pero hay tradiciones que se deben de mantener. Una de ellas, quizás la más especial, es que la cita encargada para abrir el Mundial de la especialidad sea el mítico Rally de Montecarlo, una prueba con un aura especial y un misticismo digno de cualquier película de Martin Scorsese. 

Uno de los motivos es que, por primera vez en la era 1.6 Turbo, nada menos que cuatro modelos de marcas diferentes (uno de ellos debutante) de la máxima categoría competirán en una misma carrera. Eso y que será el primer "Monte" sin Sébastien Loeb batiéndose en duelo contra cualquier adversidad o rival tras años de absoluta dominación sólo interrumpida por la salida del rally rumbo al IRC entre 2009 y 2011.

En esta edición, el binomio existente entre Sébastien Ogier y su Volkswagen Polo R WRC parten como claros favoritos a la victoria final. El digno heredero de "Seb I" demostraba sus dotes de conducción durante la temporada pasada de manera memorable, con nueve victorias de trece posibles. En el equipo alemán, están encantados con su rendimiento y pondrán toda la carne en el asador para que su racha se perpetúe. Para ello, contará con el ya veterano Jari-Matti Latvala como escudero y Andreas Mikkelsen como alumno aventajado. Estos dos son muy rápidos en nieve, por lo que el Col de Turini será su "tramo estrella". 

Pero en esta edición no lo tendrá nada fácil. En frente, se encontrará al recién creado equipo Hyundai Shell WRT (World Rally Team), una escuadra cuyo único objetivo será romper la hegemonía alemana. Para ello, el equipo coordinado por Michel Nandan ha contratado a la joven realidad (ya no es promesa) Thierry Neuville y a un especialista, Dani Sordo, para dicho propósito. En el caso del primero y tras su espectacular año, el belga debe refrendar sus resultados del año pasado con un vehículo cien por cien oficial, el i20 WRC. Él ha sido el único piloto que realizara todas las pruebas del año, dado que la marca ha decidido dar una segunda unidad a personas centradas en un único pavimento. Éste es el caso del español. Sordo será el encargado de realizar las pruebas de asfalto, así como Juho Hanninen y Chris "Atko" Atkinson realizarán las de nieve (Suecia) y tierra. 

La otra escuadra "de fábrica" es el laureado Citroën WRT. Tras la salida total de Sebastién Loeb del mundo de los rallys y la llegada de Sordo a Hyundai, el equipo dirigido por Yves Matton centraba su programa en un piloto del Grupo PSA de toda la vida, Kris Meeke, y en un nuevo fichaje, el irregular Mads Østberg, para lo que tiene pinta de ser una temporada de transición para ellos. Citroën, otrora marca temida y favorita, parte como el tercer equipo en discordia (incluso podría ser el cuarto). En el caso de Meeke, tras años sin programas volvía a la brecha el año pasado como sustituto de Sordo en diversas pruebas, pero su futuro es de lo más incierto. Su escasa continuidad durante las últimas temporadas le convierten en una incógnita. Østberg, por el contrario, si que lleva muchos años realizando carreras, pero nunca ha estado a la altura de lo esperado, aunque la nieve de Montecarlo puede venirle bien por su origen escandinavo.

Por último, M-Sport. Tras una pretemporada de lo más convulsa, la retirada del patrocinio de Qatar por parte de Nasser Al-Attiyah dejaba a Malcom Wilson "desnudo". Sin embargo, no todos fueron malas noticias, ya que Robert Kubica, apoyado por la marca de lubricantes LOTOS, llegaba a su equipo para darle un aire nuevo. Presuntamente, el polaco será su "cabeza de cartel", su punta de lanza para conseguir luchar por estar lo más arriba. El joven Elfyn Evans, ganador de la JWRC (Junior World Rally Car), llega a la primera división del Mundial para sustituir a Neuville, pero su hueco será difícil de cubrir. Además, en Montecarlo el veterano Mikko Hirvonen será un rival "de los de arriba". No obstante ya ganó esta prueba en el debut del Ford Fiesta S2000 en 2010

Entre los WRC2, Julien Maurin parte como uno de los favoritos con el Ford Fiesta RRC, mientras que en el WRC3 será Gilbert Quentin (Citroën DS3 R3T) al no puntuar en la misma el ganador de la Citroën Top Ten, Sebastién Chardonnet.