El piloto alicantino y tetracampeón del Campeonato de España de Rallys de Asfalto, cambiará su Porsche 911 GT, con el que ha conseguido ganar el CERA en 2011 y 2012 para competir con un Ford Fiesta R5. A priori, parece que será el único Fiesta de entre los adquiridos por RMC, que correrá en España tras la decisión de Roberto Méndez de que uno sea para Nicolas Fuchs, con un programa mundialista, y otro con las expectativas de alquilarle en Portugal. Por ello, finalmente el piloto alicantino adquiere uno de los Fiesta R5 que pelearán por el Nacional en 2014.

Fuente: www.revistascratch.com

Miguel Fuster, quien llevaba cuatro años consecutivos corriendo con el Porsche, vuelve a un tipo de montura que no le es desconocida. Un vehículo más cercano a los Súper 1600 o los Súper 2000 que al GT. Fuster ya corrió con monturas como el Citroën C2 S1600, el Renault Clio S1600 o el Fiat Grande Punto S2000, con el que consiguió su segundo entorchado nacional. Es por ello, que deberá volver a acostumbrarse a un vehículo de menor potencia pero más adaptable a terrenos rotos y con condiciones climáticas adversas. Por ello, el de Benidorm contará, de nuevo, con uno de los coches punteros del CERA e intentará asaltar su quinto título.

Por su parte, el joven piloto asturiano, vendía su Lotus Exige GT hace algunas semanas y ha adquirido, tal y como informa Revista Scratch, el Seat León Supercopa, perteneciente a los hermanos Villar. De esta manera, Cima buscará, como nuevo objetivo conseguir la Categoría 2 del Campeonato de España de Rallys de Asfalto, tal y como ha reconocido el propio Cima. Algunos de sus principales rivales en dicha categoría serán los Suzuki Swift S1600 o el Megane RS de Carchat, aunque, en principio, por montura debería ser superior a dichos vehículos. También podría unirse a la batalla algún R3T que pueda aparecer en el certamen.

Fuente: www.revistascratch.com

El vehículo, al provenir de la disciplina de circuitos, cuenta con la ventaja de la potencia: 330 cv con un motor TFSI de 2000 c.c. El problema vendrá con la mecánica; veremos a ver si un coche que no ha sido testado en rallys, salvo en subidas de montaña, puede aguantar la dureza de pistas rotas y de la metereología adversa. El vehículo estará incluido dentro de las categorías dos, tres y cuatro.