El Dakar es una carrera, más que de velocidad, de supervivencia, un factor que parecía haberse perdido con el traslado del rally a Sudamérica pero que hoy se ha recuperado con creces. Un auténtico infierno, eso es lo que han vivido los pilotos de motos y quads en la jornada de hoy. Las lluvias y el frío que ha sacudido el altoplano boliviano han azotado a los más débiles del Dakar, aquellos que no corren dentro de una carrocería, protegidos físicamente de los factores climatológicos. Lo más complicado, a parte de las modificaciones en la fisionomía de las pistas marcadas en el road book, la primera zona del Salar de Uyuni, lleno de agua que no permitía funcionar bien los radiadores de las motos y eso ha provocado numerosos problemas mecánicos.

Dos jornadas negras para Barreda

El principal el de Joan Barreda (Honda) que, tras cambiar su manillar maltrecho con respecto a la etapa de ayer, ha sufrido graves problemas mecánicos en la primera parte de la especial y ha tenido que ser remolcado por sus compañeros Jeremías Israel y Helder Rodrigues, perdiendo así más de tres horas y quedando fuera de la lucha por el título. Ante esta tesitura, Marc Coma (KTM), experto en las lides dakarianas, decidió no arriesgar viendo la dificultad del terreno y la dureza de las condiciones. El español mantuvo un margen con respecto a su límite para no exponerse a mayores problemas. Ha acabado la etapa noveno cediendo siete minutos con el ganador de la etapa y se coloca líder de la general con todo de cara para conseguir su quinto Dakar. Aunque en esta prueba nunca se puede cantar victoria.

Precisamente el ganador de la etapa, Pablo Quintanilla (KTM) se ha convertido en uno de sus principales rivales. El chileno está siendo una de las rebelaciones de este Dakar y ya acumula dos victorias parciales además de colocarse tercero a once minutos de Coma. Quintanilla fue prudente en la primera parte de la especial y tras la neutralización debido al enlace por asfalto, salió a tope en el 'sprint' por las dunas de Atacama, su 'casa'. A pesar de tener durante toda la etapa a pilotos como Stefan Svitko (KTM), Joan Pedrero (Yamaha) o Toby Price (KTM) por delante, el chileno supo dónde atacar, en su terreno, en la zona que mejor conoce, para acabar triunfando en su hogar, en el glorioso descenso hacia la costa pacífica.

Segundo en la general se coloca el piloto de Honda, Paulo Gonçalves. El portugués es ahora la última esperanza de la marca japonesa para hacerse con la victoria. Hoy tampoco arriesgó en exceso y tuvo problemas en el salar lo que le hizo finalizar decimoquinto, perdiendo doce minutos. Un tiempo que le coloca a nueve minutos de Marc Coma y es ahora su principal adversario.

Cara y cruz para los españoles

Mención aparte merecen los pilotos españoles, a parte de los Barreda y Coma, ya mencionados, tanto para bien como para mal. Joan Pedrero (Yamaha) y Laia Sanz (Honda) dieron la nota positiva del día acabando segundo y quinta en la etapa. Pedrero se aprovechó del mal estado del terreno para imponer su gran físico y su buena conducción en este tipo de pistas, técnicas y complicadas. Prácticamente se mantuvo segundo toda la etapa para acabar a solo once segundos del ganador y superando a Svitko en el sector final. Por su parte, Laia Sanz sigue sorprendiendo y en una etapa tan dura nunca abandonó las posiciones cabeceras. Finalmente, Price la superó sobre las dunas pero acabó en una meritoria quinta plaza a dos minutos y medio.

Peor suerte corrieron otros nacionales como Jordi Viladoms (KTM), aquejado de numerosos problemas mecánicos, o Gerard Farrés (GasGas), uno de los pilotos con hipotermia, ha tenido que ser evacuado en helicóptero. También sufrieron problemas mecánicos Gonçalves, Gouet (Honda) o Metge (Yamaha) y se han visto obligados a abandonar al igual que el español Jordi Viladoms. En total, entre las averías provocadas por el agua en el salar y los problemas físicos, quince pilotos de motos han tenido que abandonar en la peor jornada del Dakar 2015 para los ciclos hasta la fecha.

Pilotos veteranos como Alain Duclos (Sherco), David Casteau (KTM) o Rubén Faria (KTM) aprovecharon su experiencia para no complicarse y acabar en el top 10. Entre los otros españoles, meritoria 18ª plaza para Txomin Arana (Yamaha) que está peleando con uñas y dientes en su primer Dakar y siguen en competición otros pilotos nacionales como Rosa Romero, Daniel Gimeno o los Fernández, padre e hijo.

Por tanto, un vuelco total a la general en lo que a la victoria se refiere. Con Barreda sin opciones, Coma se postula como principal candidato con la oposición de Gonçalves y el local Quintanilla. Con los abandonos en las primeras posiciones y los buenos tiempos cosechados, Laia Sanz se mete novena mientras que Pedrero recupera terreno y se acerca a las posiciones de cabeza con Txomin Arana cerca del top 20. Otros como Viladoms o Farrés se vuelven a casa a mitad de carrera.

Clasíficación de la octava etapa

Clasificación general tras la octava etapa

El duelo entre Casale y Sonik se reaviva

De igual forma, o incluso más por la tracción de los cuadriciclos, que empapa consantemente al piloto, los quads también han sufrido las inclemencias climáticas y de un recorrido muy endurecido por las circustancias. También ha habido un vuelco a la carrera con la pérdida de tiempo del líder, Rafal Sonik (Yamaha), que acabó la etapa octavo a más de media hora. Ya desde el inicio, el polaco estuvo muy lejos y un Ignacio Casale (Yamaha) recuperado de sus problemas de la etapa anterior supo seguir el camino correcto para ponerse líder con unos emocionantes seis minutos de margen.

González se lleva la etapa | Fuente: Dakar.com.

La etapa fue para otro piloto que está sorprendiendo como es el argentino Jeremías González (Yamaha) que consigue así su segunda victoria en este Dakar. Segundo fue el líder Casale, a casi ocho minutos, y tercero Sergio Lafuente (Yamaha), a más de diez minutos.

Clasificación de la octava etapa

Clasificación general tras la octava etapa

Y mañana, jornada 'normal' de competición en la que todos los participantes disputarán la carrera el mismo día y con el mismo recorrido. 450 kilómetros de velocidad con un enlace inferior a cien kilómetros entre Iquique y Calama. La penúltima jornada en suelo chileno, en el Desierto de Atacama, será muy variada, con pistas polvorientas y pedregosas entremezcladas con sectores de dunas para acabar por pistas más montañosas dirección hacia el interior.