El Rally Dakar está a punto de cerrar el telón. Hace dos semanas Buenos Aires despedía por todo lo grande a los más de 400 héroes que emprendían la aventura más dura del mundo del motor. Doce etapas después, las motos, quads, coches y camiones que han sobrevivido al Atacama, a los pasos por encima de los 4.000 metros, a las condiciones meteorológicas adversas y a los problemas mecánicos regresaran a la capital argentina para cerrar la travesía por Sudamérica.

Pero antes de regresar a Buenos Aires tuvieron que completar la duodécima etapa entre las ciudades de Termas de Río Hondo y Rosario. Una jornada durísima -con más de 1000 kilómetros, de los que solo 298 eran de especial y la dureza residió en los más de 700 de enlace- a una altura de la carrera en la que los físicos de los pilotos y las mecánicas están al borde de la extenuación.

Precisamente, la principal amenaza de Marc Coma era que la KTM número uno no respondiera como lo hizo los trece días previos. A eso se agarraba Paulo Gonçalves para poderle discutir al español la victoria final. Y más después de lo que le sucedió al luso en la jornada del jueves. Gonçalves vio lapidada todas sus opciones de hacerse con el triunfo final después de que la organización lo sancionara con 15 minutos. El de Honda, durante el miércoles, tuvo problemas con el motor y lo cambió por el de Barreda.

Marc Coma arrancaba la penúltima etapa del Dakar con más de 21 minutos respecto a Gonçalves. Solo un problema mecánico podía apartarlo del triunfo final y el español no quiso exprimir la KTM ni a sí mismo al 100%. El piloto catalán se lo tomó con calma durante todo el día y en ningún momento dio signos de nerviosismos. Fue pasando cada WP entre los cinco primeros y, finalmente, cruzó la línea de meta en sexta plaza.

Por lo tanto, después de cumplir en la complicada etapa de Rosario, Marc Coma está a solo un día de entrar en la historia del Rally Dakar. El de KTM alzará al cielo de Buenos Aires el trofeo de campeón del Dakar por quinta vez. Un hito al alcance de muy pocos pilotos en la especialidad de motos. Solo Neveu (5), Peterhansel (6) y Despres (5) lo han conseguido antes que el español.

Marc Coma, celebrando el título de 2014 | Foto: marccoma.com.

Price, ganador de la etapa

El triunfo de Toby Price quedó eclipsado por el triunfo virtual de Marc Coma. Sin embargo, el piloto australiano hizo un trabajo fantástico para hacerse con su primer triunfo en el Dakar. El piloto de KTM asistía por primera vez al Dakar y ha firmado un papel sobresaliente. A este triunfo hay que sumarle que ocupa la tercera posición en la general. En la llegada a Rosario, Barreda firmó la segunda plaza, justo por delante de su compañero de equipo Paulo Gonçalves.

Además, también hay que destacar la enorme actuación, un día más, de Laia Sanz. La piloto español ha realizado un Dakar extraordinario y en la etapa entre Termas de Río Hondo y Rosario finalizó en décima plaza. Una actuación que le permite conservar la octava posición en la general, su mejor resultado en un Rally Dakar.

Quads: doblete de Declerk

Unos minutos después de que las motos alcanzaran la meta de Rosario, los cuadriciclos empezaron a aparecer por el horizonte de la ciudad argentina. El primer quad en pasar por línea de meta fue la Yamaha de Declerk. El piloto francés, tras abrir pista en Termas de Río Hondo, se hizo con su segundo triunfo en esta edición del Dakar después de que consiguió en la jornada del jueves. Por detrás de Declerk acabaron el paraguayo Sanabria (+ 7:09) y el boliviano Nosiglia (+ 9:31).

El líder de la general y ganador virtual, Rafal Sonik, acabó en cuarto lugar a más de diez minutos de Decletk. La situación de Sonik era similar a la de Coma. Solo una hecatombe le privaría de acabar líder en Rosario, pues el piloto polaco disponía de casi tres horas de ventaja respecto a Lafuente en la general. Así, Sonik celebrará el sábado en Buenos Aires su primer triunfo en el Rally Dakar. Una victoria muy trabajada y sufrida hasta el abandono de Casale, lo que le dejó el camino libre para ganar.