Casi tres décadas participando en la prueba más dura del mundo. Por 29º año consecutivo, Stéphane Peterhansel pasa las fiestas navideñas lejos de sus seres más queridos. El Rally Dakar se ha convertido en algo más que su vida. Es la cita anual que le ha consagrado como una de las figuras más emblemáticas de la historia del 'motorsport'. Seis victorias en motos y cinco en coches avalan la extraordinaria trayectoria del galo en los desiertos africanos y sudamericanos.

Peterhansel ha conseguido seis victorias en motos y cinco en coches

Pero todo tiene un fin. Y el del mítico Peterhansel está más cerca que nunca. El contrato que firmó con Peugeot tras perder el Dakar'2014 parece que será el último que el francés, de 50 años de edad, cumpla como piloto profesional. Y es que, tras demostrar todo lo que podía e incluso más, Peterhansel se mueve solo por un reto personal. Un último servicio a su carrera deportiva antes de retirarse: ganar el Dakar con un equipo francés.

Es lo único que le queda por conseguir. Durante los años 90, instauró una dictadura sin precedentes en la categoría de motos a lomos de su Yamaha, con la que logró hasta seis victorias en ocho ediciones (1991, 1992, 1993, 1995, 1997 y 1998). Posteriormente, se aventuró en las cuatro ruedas, ganando tres títulos con Mitsubishi y dos con Mini, con paso previo por la escudería BMW. Únicamente en el 2000, al volante de un Mega francés, pudo lograr el título con una marca de su país.

El proyecto de Peugeot es tan ilusionante como incierto. Cuando 'Peter' probó por primera vez el vehículo, a mediados de 2014, aseguró que era la mejor máquina que había pilotado jamás. A posteriori, se demostró que el potencial estaba pero que necesitaba kilometraje. Completó un Dakar 2015 sin pena ni gloria, sin victorias parciales ni top-10 final, pero lo acabó. Ahora, con 12 meses más de trabajo, está listo para ganar.

Dentro del equipazo que Peugeot trae para lograr la victoria, Peterhansel es la cabeza visible. A diferencia de Loeb y Despres, no tiene toda una década para conseguir el título con la marca gala. Y a diferencia de Sainz, el otro veterano, él es francés. Con lo cual, queda bastante claro que en Peugeot ven en Peterhansel el hombre que les debe guiar hacia su primera victoria 'dakariana'. De hecho, está siendo él quien lleva el desarrollo del vehículo desde su nacimiento hace algunos meses.

Peterhansel ha dirigido el desarrollo del vehículo que pilotará en el Dakar

En un rally cada vez más veloz y menos estratégico, Peterhansel es la personificación del clasicismo del Dakar. De aquel piloto que se forjó en mil batallas en motos por las dunas de Mauritania, dándole un sentido de la navegación sin igual en la historia. Con la llegada del rally a Sudamérica, su dominio no ha sido tal (dos victorias en siete participaciones), pero infunde respeto allá por donde va.

2016 puede ser una de las últimas oportunidades de Peterhansel de volver a ser campeón. No le queda nada por demostrar, pero su ambición sigue siendo la de aquel jovenzuelo que con 25 años osó ganar a los especialistas en el desierto de principios de los 90. Ni Peugeot ni la organización de la carrera es consciente del vacío que quedará cuando el francés decida colgar el casco y dejar de correr. Mientras tanto, la caravana del Dakar tendrá un líder. Gane o pierda.