Dolor, sufrimiento y victoria son tres palabras que han definido la última etapa que ha realizado Laia Sanz. ‘La reina del desierto’ sigue dando lecciones de superación, coraje y competitividad en este Dakar 2016. La última de sus hazañas es digna de ser contada en los anales de la historia del rally más duro del mundo. La catalana ha hecho honor al eslogan de este Dakar, ‘The Odyssey' y ha vivido su particular batalla en la duodécima etapa.
Laia Sanz: "Estoy muerta. Me ha costado mucho terminar la etapa hoy"
Cuerpo molido, rostro cansado y fiebre están lastrando el segundo tramo del Dakar de Laia. Probablemente hayan sido los 484 kilómetros más largos de su vida y es que la piloto del equipo KH-7 ha tenido que apretar los dientes más fuerte que nunca para poder llegar a la meta situada en Villa Carlos Paz. Nadie dijo que esto iba a ser fácil y es que el ‘Dakar es Dakar’. Pocas baterías deben de quedar en el depósito de fuerzas de Laia y tan solo guiada por la inercia de un sueño sigue acabando pruebas.
La ‘reina del Dakar’ ha declarado ante los medios de comunicación que la situación de la pista no ha sido favorable: “En una zona de montaña se ha puesto a llover, patinaba mucho y me costaba frenar tal como tengo la clavícula”. La catalana ha tenido un bajón y le ha costado terminar la duodécima etapa: “Al principio he aguantado bien, pero en el refueling he tenido un bajón y me ha costado mucho hacer los 230km que quedaban". No se marchó sin explicar su situación física y emocional: “Estoy muerta. Me ha costado mucho terminar la etapa hoy pero estoy muy contenta porque ayer no sabía si podría salir hoy”.
Ya no falta nada para que finalice esta edición del Rally Dakar y Laia Sanz sigue con opciones de cumplir el objetivo que se marcó antes de que finalizase. El TOP-15 está muy cerca y en el Dakar todo puede pasar, una vez que finalice esta Odisea tendrá que preparar la del próximo año.