La temporada 2012-13 de Superbikes volvió a estar marcada por la tremenda igualdad que siempre ofrece este campeonato. Aunque en esta ocasión el Mundial no se decidió por medio punto como sucedió en 2011, sí que hubo que aguardar hasta la última ronda del campeonato en Jerez para ver como Tom Sykes y su Kawasaki se hacían con la corona que habían perdido ante Max Biaggi en Magnycours por el ya conocido medio punto.

El británico aprendió mucho de aquella dolorosa derrota frente a Biaggi, y este año ha demostrado tener ese punto de madurez que se le exigía y que necesitaba para alzarse con el título del campeonato, aunque su primer triunfo no se iba a producir hasta la tercera cita del año en el circuito de Assen.

Si bien todos conocían sobradamente la faceta de Sykes de reventar los cronos en la Superpole, todavía necesitaba pulirse un poco más en las carreras, escenario en el que, por su forma de pilotar, siempre acababa teniendo problemas de neumáticos que le apeaban de las posiciones delanteras. Tanto él como Kawasaki trabajaron para solventar este inconveniente con un resultado fantástico: 9 victorias, 18 podios y 8 poles, contando con el título claro está.

Guintoli, de más a menos

Las tres primeras citas del campeonato estuvieron marcadas por la anarquía en lo que a resultados se refiere, ya que hubo 4 ganadores diferentes en las 6 primeras carreras (dos mangas por cada Gran Premio). Sin embargo, si hubo un piloto que se erigió dentro de esta tempestad, ese fue Sylvain Guintoli. El galo se estrenaba como piloto oficial de Aprilia con la obligación de hacer olvidar a Max Biaggi, algo que verdaderamente hizo en los primeros compases de la temporada.

En Phillip Island no pudo tener un mejor estreno posible, ya que se adjudicó la primera manga y salió de Australia como líder del campeonato. De hecho, no fue hasta Nurburgring, a falta de cuatro pruebas para concluir la temporada, cuando Sykes le arrebató un liderato del que no se iba a desprender ya. Se puede decir que fue el piloto más regular sí, pero la regularidad no es suficiente en la competición, y eso fue lo que más opciones le restó al francés, que en Phillip Island lograría su única victoria del año.

La irregularidad de Laverty y Melandri

Se puede decir que fue el piloto más regular sí, pero la regularidad no es suficiente en la competición.

Dos de los hombres que figuraban en las apuestas de todos los aficionados a SBK como firmes candidatos a alzarse con el título eran Eugene Laverty y Marco Melandri. El irlandés se postulaba como la firme esperanza de Aprilia para seguir la senda triunfal de Biaggi, mientras que Maschio estaba ante una gran oportunidad de hacerse con un título que se le estaba resistiendo desde su llegada a Superbikes.

Sin embargo, si algo definió la temporada de ambos pilotos y sus opciones de cara al campeonato fue la irregularidad. Laverty se vio sorprendido por el inesperado inicio de temporada de Guintoli, junto a una serie de caídas y errores del propio irlandés que terminaron por dilapidar su candidatura. Es cierto que en las últimas rondas del Mundial experimentó una mejoría considerable en sus prestaciones, lo que le hizo luchar por el título con Sykes hasta Jerez, aunque finalmente tuvo que conformarse con el siempre amargo subcampeonato.

A Melandri le ocurrió algo parecido, aunque en el caso del italiano las lesiones también jugaron un papel decisivo en sus aspiraciones, así como el entorno que rodeó a BMW durante todo el año, con la desaparición como estructura oficial para la próxima temporada siempre en el horizonte. Todo esto terminó por desconcentrar a un Melandri que de manera temprana empezó a pensar en el año próximo, donde defenderá los colores de Aprilia.

Davies y Giugliano, la noche y el día

Chaz Davies maravilló la temporada pasada a lomos de la Aprilia privada del equipo ParkinGO, y su fichaje por BMW suponía un salto cualitativo para el británico, así como un incremento de las exigencias hacia él. Al final, sus resultados le han convertido en una de las decepciones del campeonato. Teniendo buen material, desde muy pronto se vio que no tenía opciones de pelear por el Mundial. Un doblete en Motorland Aragón y una victoria en Nurburgring han sido los logros más destacados en un año donde no se le vio nunca a gusto sobre su BMW.

En el otro lado de la balanza, Davide Giugliano. El italiano ha sido uno de los pilotos que más espectáculo ha puesto en la pista con su agresivo pilotaje, además de firmar una más que notable temporada teniendo en cuenta que su montura no era pata negra. Un año que podría haber sido mejor si hubiese controlado mejor su exceso de ambición en determinadas carreras.

Actuación descafeinada de los españoles

El único representante español en Superbikes desde la cita inaugural fue Carlos Checa. El Toro afrontaba una nueva campaña con la vista puesta en el nivel que podía ofrecer la nueva Panigale. En Australia se le vio a un nivel muy alto en los entrenamientos, lo que hizo pensar a todos que la nueva Ducati funcionaba bien (luego Melandri echó todas las esperanzas por tierra llevándoselo por delante).

Desde esa caída en la primera carrera del año comenzó la particular quimera de Checa, que se vio totalmente desbordado por las pésimas prestaciones de su moto. Un campeón de SBK, acostumbrado a pegarse con los galgos de la categoría, vio como su temporada se limitaba a luchar por acabar entre los 10 primeros cada carrera, y ver como las Kawasaki y las Aprilia le sacaban 20 km/h en recta.

Desde esa caída en la primera del año comenzó la particular quimera de Checa

A los problemas de potencia se le unieron los de mantener en pista una moto inconducible, lo que se tradujo después en feas caídas con sus correspondientes lesiones. Al final el 7 decidió retirarse al concluir esta temporada, dejando por detrás una importantísima senda de éxitos que le aúpan como uno de los mejores pilotos españoles de la historia.

Este sabor agridulce que dejó Checa lo edulcoró Toni Elías. El manresano hizo su aparición en Superbikes tras romper su contrato con el equipo Avintia Blusens en Moto2. Toni necesitaba un cambio de aires, y Superbikes era ese lugar. Desde que se subió a la Aprilia del equipo Red Devils con una moto no oficial, recuperó esa forma de pilotar agresiva y sin complejos que siempre le definieron. Rozó el podio en Jerez con un más que meritorio cuarto puesto, y con el deseo de todos los aficionados españoles de verle la próxima temporada desde la primera carrera.

Tampoco olvidarse de Xavi Forés, Campeón de Europa y de España en Stock Extreme, que tuvo la oportunidad de subirse a la moto de Carlos Checa en Jerez, firmando también una actuación más que satisfactoria, que todos esperan le sirva para no pasar apuros en el CEV, y quien sabe si tener un sitio en Superbikes.

Se fue Andrea Antonelli

No queríamos despedir este análisis de la temporada de Superbikes con el triste fallecimiento del piloto italiano Andrea Antonelli, en la categoría de Supersport. El transalpino, uno de los pilotos más prometedores del campeonato, perdía la vida en el aguacero que fue la carrera en Moscú, prueba que debió de ser suspendida. Se volvió a escribir un capítulo negro en la historia del motociclismo.

Clasificación SBK 2013

Piloto País Equipo Puntos
Tom Sykes Gran Bretaña Kawasaki Racing Team 447
Eugene Laverty Irlanda Aprilia Racing Team 424
Sylvain Guintoli Francia Aprilia Racing Team 402
Marco Melandri Italia BMW Motorrad GoldBet SBK 359
Chaz Davies Gran Bretaña BMW Motorrad GoldBet SBK 290
Davide Giugliano Italia Althea Racing 211
Michel Fabrizio Italia Pata Honda World Superbike 188
Loris Baz Francia Kawasaki Racing Team 180
Jonathan Rea Gran Bretaña Pata Honda World Superbike 176
Jules Cluzel Francia Fixi Crescent Suzuki 175