Tras el paréntesis de siete semanas desde la prueba inaugural de Phillip Island, el equipo Pata Honda afronta con optimismo el segundo fin de semana de este campeonato de Superbikes. El trazado de MotorLand Aragón será el escenario sobre el que Jonathan Rea espera confirmar el potencial de su Honda. Después de finalizar las dos carreras en Australia en sexta y quinta posición, llega el momento de pelear por los puestos de podio para el piloto británico.

El equipo Pata Honda llevó a cabo en las últimas semanas dos tests en Cartagena y Jerez donde sus pilotos trabajaron en la electrónica y en el chasis de su moto. Jonathan Rea no ocultó su admiración por el trazado español sede de la próxima carrera al señalar que “me encanta el circuito de Aragón. Está bien diseñado y disfruto mucho rodando en él. Hemos hecho unos cuantos test en esta pista en los últimos años, por lo que creo que me desenvuelvo bastante bien en ella”.

La de MotorLand es una prueba que Rea afronta con buenos recuerdos después de rodar allí a finales de 2013. “En la conclusión de la pasada temporada tuvimos un buen entrenamiento aquí y fuimos capaces de mejorar nuestro ritmo respecto al que tenía cuando había sido cuarto en la primera manga de la carrera, celebrada unos meses antes”, recordó el piloto de Pata Honda. Sin embargo, el británico resaltó que su Honda se puede ver perjudicada por el trazado aragonés al indicar que “la larga recta puede no irle tan bien a nuestra moto como a otras, pero esta pista demanda un buen conjunto general como el que tenemos con la nueva CBR”.

Precisamente sobre el nuevo paquete con el que se ha reforzado el equipo Pata Honda se mostró Rea muy orgulloso. “Después de Phillip Island hemos recibido algunas mejoras de software y algunos componentes para el chasis que estábamos esperando, así que ahora encaramos las carreras mejor preparados”. Jonathan Rea relató su ilusión por afrontar la próxima carrera y aseguró que “ahora sólo espero empezar a trabajar con el equipo para lograr la mejor puesta a punto posible”. El británico fue muy exigente con los objetivos marcados, pues defendió que “si trabajamos sin problemas viernes y sábado, quizá podamos estar con los más rápidos el día de las carreras”.