Ha nacido una estrella en Superbikes. El francés Loris Baz irradia talento por todos los lados. El piloto de Kawasaki demostró en los dos primeros Grandes Premios que es muy rápido, pero le estaba costando materializarlo sobre la pista. Sin embargo, en Assen, la catedral del motociclismo, nadie pudo pararlo y logró la primera pole en su tercer año en el campeonato.
El joven piloto galo fue el más listo de toda la parrilla. El cielo de Assen amenazaba lluvia y cuando todos estaba en boxes el aprovechó para salir a la pista. Tiró con todas sus fuerzas y logró parar el cronómetro en 1:34.357, estableciendo un nuevo récord del trazado. Es cierto que la suerte estuvo de su parte, pero el piloto explica que ya lo tenía previsto: “Sabía que iba a llover, así que sólo empujé tan fuerte como pude y estoy muy contento con esta actuación. La Superpole fue perfecta”.
Loris Baz, segundo en el campeonato solo por detrás de su compañero Sykes, explicó que pudo terminar primero gracias al trabajo durante todo el fin de semana: “Me había sentido bien todo el fin de semana, pero estaba perdiendo de una o dos décimas desde ayer. Me las arreglé para hacer una buena simulación de carrera esta mañana, pero me faltaba casi en cada vuelta una o dos décimas”. Sin embargo, las prestaciones de la Kawasaki mejoraron en el momento oportuno. “Creo que al principio de la Superpole mejoré quizá seis décimas por encima de mi mejor vuelta del fin de semana. Así que creo que encontramos algo con mi moto en un neumático de carrera”, comentó.
El piloto francés achaca sus buenos resultados, tres podios en cuatro carreras y una pole, a la confianza que está teniendo con la Kawasaki Ninja: “Todo es cuestión de confianza porque la moto está funcionando bien y cada vez tengo más confianza en la moto. Cuando tienes esta confianza al principio, entonces sabes que siempre se puede volver a un buen punto. Creo que esa es la clave, que somos rápidos en todas partes”.