El Mundial de Superbikes afronta su fase decisiva este fin de semana tras el largo e interminable parón veraniego. Los pilotos regresan a la acción en uno de los trazados más importantes del motociclismo mundial, el circuito de Jerez, que vuelve a acoger una prueba de este campeonato tras su regreso al calendario hace dos temporadas. Cada piloto tiene sus objetivos particulares en las carreras que restan, y el de Jonathan Rea es tratar de frenar la racha ganadora del líder Tom Sykes, y optar al título, algo que a día de hoy todavía es posible para el piloto inglés.

Rea llega a un escenario en el que no pudo correr la temporada pasada, pero que no le resulta desconocido: "El año pasado me perdí esta carrera por lesión pero he rodado aquí en test y durante mi carrera en 2005 en una Honda de 125". El del Pata Honda considera la pista gaditana como "complicada para encontrar el ritmo rápidamente". Aún así, durante el parón veraniego ha estado trabajando junto a su equipo en el desarrollo de su moto, y los resultados invitan al optimismo: "Los chicos han estado muy ocupados durante el verano, trabajando sin descanso y su esfuerzo seguro que se traducirá en una mejora de la moto". 

Rea, al igual que a todos los fans, se le han hecho muy largas estas vacaciones, y está deseando subirse de nuevo a su CBR 1000 RR: "Estoy encantado de volver a correr porque este año la espera ha sido excesivamente larga. Imagino que todos los pilotos estarán desesperados, como yo, de empezar el primer entrenamiento libre".

El objetivo de Rea pasa por lograr reducir la distancia con Sykes, algo que sólo podrá lograr si consigue la victoria o como mínimo sube al podio, porque el inglés de Kawasaki está a un nivel altísimo y no se relajará en absoluto: "El podio será nuestra meta para tratar de seguir con este nivel de forma. Los circuitos nuevos se me suelen dar bastante bien y espero que este fin de semana sea positivo para nosotros".