Sylvain Guintoli lleva el campeonato a un final de tintes épicos

El Mundial, al rojo vivo. La victoria de Sylvain Guintoli en la primera manga del Gran Premio de Qatar, unida al tercer puesto de Tom Sykes, hace que los dos dependan de sí mismos para ser campeones del mundo. Un final soñado por la organización desde el comienzo de la temporada, y un auténtico drama para el británico, que tenía ganado el Mundial hace dos meses.

Gran salida de Sykes, reacción de Guintoli

La carrera comenzó muy bien para Sykes. Realizó una salida perfecta y trató de tirar al máximo en las primeras vueltas para descolgar a Guintoli, que no completó una buena arrancada. Pero el campeón del mundo no estaba del todo fino, y no tenía el ritmo para ganar. Fue cediendo puestos con Baz, Rea y Guintoli, y se vio obligado a cambiar de táctica.

La estrategia de Sykes comenzó a ser de salvar los muebles. Poco a poco, veía cómo los tres primeros se le iban escapando progresivamente, a la vez que Guintoli se venía arriba con el paso de las vueltas, sabiéndose el más fuerte, con el mejor ritmo, y con la mejor moto, con una velocidad punta de vértigo que le llevó a pasar a Sykes y a Jonathan Rea en las primeras vueltas, para escaparse con Baz en lucha por la victoria.

Loris Baz, que aun no ha ganado una carrera este año, pretendía irse a MotoGP con un triunfo y, e paso, ayudar a Sykes para ganar el campeonato, restando puntos a Guintoli. Le aguantó el pulso durante varios giros, pero el francés estaba intratable y le pasó a falta de seis vueltas sin contemplaciones. En una versión desconocida de Guintoli, sin especulaciones, tiró a muerte para irse solo hacia el triunfo, el cuarto del año.

Sykes se asomó al abismo

Por detrás, Sykes comenzó a sufrir. Veía cómo sus ruedas estaban cada vez más degradadas, cómo Guintoli se ponía en cabeza y, peor aún, cómo Melandri conseguía pasarle y relegarle a una quinta plaza que le haría perder el liderato. Y todo ello teniendo todavía a las dos Ducati detrás.

Entonces, Sykes pasó al ataque. Sacó el gran campeón que lleva dentro y en un par de vueltas se quitó de encima a Melandri y Rea, con las esperanzas de que Loris Baz le cediese la segunda plaza para que Guintoli no dependiese de sí mismo en la decisiva segunda manga.

Sykes, Baz y el lío en Kawasaki

A falta de un giro, los miembros del equipo Kawasaki mostraron en pizarra a Baz el deseo de que dejara pasar a Sykes, pero el francés, en acto de rebeldía, hizo caso omiso, al más puro estilo Marco Melandri, dejando en una situación soñada a Guintoli: si gana la segunda manga, será campeón del mundo. Algo impensable hace un par de meses.

La carrera no terminó ahí. En el parque cerrado se produjo un cruce de declaraciones entre Sykes y Baz. El británico alegó, muy enfadado, que "todos han visto lo qué ha pasado. Se ha saltado las normas", mientras que Baz soltó la 'rajada' del año: "Llevamos tres años compartiendo equipo y han pasado muchas cosas. Por eso me voy de este equipo. Hoy me tocaba ser a mí el protagonista". A dos horas de la segunda manga, la situación está muy caliente.

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