Leon Haslam ha sido uno de los pilotos que mejor se ha adaptado al nuevo circuito de Burinam, tanto que hoy se ha quedado a sólo 11 milésimas de lograr la pole, que se la arrebató Jonathan Rea. Pese a no conseguir la primera posición, Haslam se mostraba contento: "Estoy satisfecho con esta Superpole, porque la primera fila era nuestro objetivo".

Como la gran mayoría de los pilotos, Haslam fue de menos a más a lo largo del fin de semana, cogiendo cada vez más confianza en cada vuelta, y eso también sucedió en la Superpole: En la primera vuelta con el neumático de calificación fui muy cauteloso, y luego en la segunda cometí un pequeño error. En cualquier caso, el ritmo de carrera es bueno, y los chicos de Aprilia han trabajado muy bien".

Se ha visto que tanto Haslam como Rea parece que han empezado a un nivel muy fuerte, quizás un paso más por encima del resto, ya que Davies hoy no se mostró tan fiable como en Australia. De este modo, no es descartable pensar en que mañana asistiremos a una bonita lucha entre Rea y Haslam, aunque el segundo de ellos no lo ve así: "Mañana las condiciones de la pista serán diferentes a las de hoy, y yo espero que un grupo grande de pilotos estén capacitados para luchar por la victoria".

Era difícil pensar que un piloto como Haslam, tan demacrado tras su última temporada con Honda, una moto difícil de pilotar, pudiese cambiar su panorama en el Mundial de Superbikes de una manera tan veloz. La realidad ahora es esa, y Haslam es uno de los favoritos al triunfo de mañana. Las largas rectas de Burinam beneficia a su RSV4, que buscará sacarle partido de la misma manera que hizo hace unas semanas en Australia.